Mundo de ficçãoIniciar sessãoJULIETA:
La pregunta me desconcierta, pero no aparto la mirada. Mis manos siguen aferradas a sus hombros, y una parte de mí desea quedarse así para siempre. Desde el instante en que encontré esos ojos, supe que algo dentro de mí había cambiado, algo que no quiero admitir tan fácilmente.
—¿Ahora? —murmuro, casi sin darme cuenta de que lo estoy diciendo en voz alta. —Sí, ¿puedes ser mi novia esta noche y dejar que te bese todo lo que quiera? —pregunta con curiosidad, alargando una sonrisa que hace palpitar mi corazón. —No, sí —respondo. Horacio ríe suavemente, pero en sus ojos hay algo más: intensidad, reconocimiento, algo que parece trascender las palabras. —¿Es no, o es sí? ¿Puedo besarte? —pregunta, bajando la mirada hasta mis labios, acercándose apena






