NARRADORA

— ¡Bertha, por tu bien y el de tu nieto, espero que sepas lo que haces, porque esto tendrá consecuencias! —uno de los ancianos la amenazó.

Riley era la hermana de Blair y, aunque muchos de ellos aún recordaban con odio las muertes del antiguo Alfa y su hijo, eso era agua pasada.

La anterior Luna también murió de un infarto y se llevó gran parte de los resentimientos con ella.

— Sé muy bien lo que hago; los que están ciegos son ustedes —la curandera se levantó sin miedo—. Apoyan a una arpía que ha mentido y hecho de todo por el puesto de Luna.

Señaló a Riley, y todos miraban de soslayo hacia Blair y el Sr. Maddox, que ahora acomodaba a la débil Omega en una silla.

Estaban ofendiéndolos al ofender a Riley, o al menos eso creían.

— En las hierbas que se mezclan con la sangre del Alfa está la planta “Besos de Luna” —declaró la curandera.

— Es parte del ritual de fertilidad, pero como Riley supuestamente ya estaba embarazada del Alfa, al beberla, debió aparecer un patrón alrededo