16. LOS ALFAS DE ASHVALE
BLAIR
—Ca… Cassidy —me puse súper nerviosa.
Ya quedaba claro que no le había hablado del secreto del Alfa Rhett.
Por su seguridad y porque no quería arrastrarla a más cosas turbias.
Además, este secreto era de él y mío. Admitía que no deseaba compartirlo con más nadie, ni siquiera con mi mejor amiga.
—Estás nerviosa, te conozco… ¿qué escondes?
De repente pasó a la habitación mirando a todos lados.
Ay, Diosa, que Cassidy era peor que un perro sabueso cuando se ponía en plan chismoso.
—Nada, solo… me llamó Riley, ya sabes…
—Sí, ya sé… —chasqueó la lengua con fastidio.
El buen humor se le esfumó.
—Bueno, cuando te canses de destrozar la cama en vez de romper relaciones con esa arpía, sales a tomarte el café.
La mención del café me recordó al aroma excitado de Rhett y todos sus susurros eróticos mezclados con seducción.
Cassidy agitó la mano saliendo a la sala.
Casi di un suspiro de alivio, pero se detuvo en la puerta.
—Mmm… huele algo raro aquí adentro… —subió la cabeza y olfateó.
“No, n