07. AMARGA DESPEDIDA
BLAIR
Se abrió una herida en la muñeca y la llevó a mi boca, obligándome a alimentarme.
—Vamos, pequeña, no te rindas, no te rindas, Blair —me empujaba a beber, pero yo me sentía tan débil.
La sangre se escurría por mis comisuras.
—¡No te atrevas a morirte en mis brazos! —rugió, sorbiendo él mismo de sus venas.
Su rostro masculino se amplió frente a mi visión.
Labios fríos se estrellaron contra los míos.
Algo caliente se metía a la fuerza en mi boca, su lengua acariciaba la mía en un beso sangriento.
Una y otra vez me dio a tomar de sus labios.
Era el sabor más delicioso que había probado jamás, picante, oscura seducción.
Comencé a tragar con desesperación.
Subí las manos y lo besé profundamente.
Un hambre visceral me invadía, las ganas locas de fundirme con él.
Apreté su cabello castaño claro hasta los hombros y lo empujé contra mí.
Mordí su boca y enredamos nuestras lenguas.
En medio del caos, solo podía pensar en él.
Sus manos me sostuvieron con posesividad contra su pecho, sentado