CAPÍTULO 95. NADA MÁS IMPORTANTE
Horas más tarde.
Camila se colocó el cubrebocas y caminó por un largo pasillo, hasta llegar al área de terapia intensiva en donde se encontraba William, se detuvo durante unos instantes al verlo recostado en aquella cama, pegado a varios cables que conectaban a los monitores, además de llevar un respirador.
Deslizó la yema de los dedos sobre su mano y con lentitud fue ascendiendo hasta llegar a su bicep. Agradeció en lo más profundo de su ser, poder apreciar la tibieza de su piel.
—Estoy aquí —habló directo a su oído—. No me voy a mover, hasta saber que estás fuera de peligro, mi amor. Solo te pido que sigas luchando, por favor —sollozó—. No te des por vencido, te necesitamos, tus hijos y yo. —Lo sujetó de la mano—. Te amo.
—Yo también —pronunció retirando la mascarilla de su rostro. Abrió los párpados, luchando por no volver a cerrarlos.
Camila dibujó una gran sonrisa, al verlo despertar.
—Lo sé —expresó con voz fragmentada—, estuviste a punto de morir, todo por salvarme la vida —su