CAPÍTULO 37 — Entre el amor y el abismo
La mañana había comenzado tranquila, o al menos eso intentaba aparentar Isabella. Fatima, sentada frente a su máquina de coser, tarareaba distraídamente mientras revisaba un vestido de novia que debía entregarse esa semana.
Isabella, en cambio, apenas lograba concentrarse.
Sus manos temblaban al sostener el lápiz con el que intentaba dibujar una nueva colección. Cada línea le salía temblorosa, insegura, como su propio corazón.
Había pasado la noche en vela, reviviendo una y otra vez lo sucedido el día anterior: la mirada de su madre, el desmayo, las palabras cargadas de miedo y verdad.
“Debes hablar con un abogado”, le había dicho Catalina, con esa voz firme que usaba solo cuando estaba realmente preocupada.
Y tenía razón. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo enfrentar una realidad tan absurda, tan imposible?
Fatima notó su silencio prolongado y levantó la vista.
— ¿Otra vez estás en otro universo? —preguntó con suavidad.
Isabella soltó un suspiro.
— No p