Me levanté de golpe y miré la hora en mi celular. Eran más de las seis de la mañana.
Aún espabilando, salí de la cama de un salto y corrí al baño. Miré a mí alrededor agitada y confundida. No podía recordar como había vuelto a casa pero ahora solo estaba concentrada en arreglarme lo más rápido posible para no llegar tarde al set, aunque era imposible. Necesitaría de un milagro para llegar justo a tiempo.
Entre tropezones salí de la habitación mientras verificaba que todo lo necesario estuviese en mi bolso
- Alessa, no comeré aquí, ¡ya me voy!- paré en seco y casi me caí al ver a Emilio sentado frente al mesón de la cocina tomando una taza de café junto a Alessandra, tan casuales que se me revolvió el estómago y se me erizó la piel por los nervios. Por alguna razón no pude moverme al ver un atisbo de sonrisa por la comisura de sus labios mientras él me miraba fijamente – ¿qué...haces aquí?- dió un ultimo sorbo a su taza divertido, como si algo de causara gracia. Fruncí el ceño, confun