Extendí la mano hacia el tablero, desenganché una fotografía entregándose a Isabela.
Ella estudió la imagen; en esta aparecía mi madre sonriente junto a mi padre vistiendo el uniforme de policía en una ceremonia.
—Lucía te habló de ellos —le comenté.
—Sí. Y en definitiva, eres idéntico a tu madre; Lucía, por su parte, es igual a tu padre. —susurró melancólica—. Tu madre era profesora y tu padre comisario, ¿no?
Apoyé mi peso en el borde del escritorio, afirmando.
Isabela pasó la yema del pulgar por el borde de la foto. —Parecían buenas personas… ¿Cómo eran ellos? ¿Qué fue lo que sucedió?
Tomé una respiración profunda, preparando el descenso al pasado. Tarde o temprano se lo contaría de todas formas.
—Para que entiendas por qué estoy metido en todo esto, tengo que ir un poco atrás —advertí.
Ella estaba sentada sobre el escritorio, acomodó sus piernas en posición de indio, atenta a mis palabras.
********************
Hace unos años. Vivía a cientos de kilómetros de aquí. Decidí mud