14. La propuesta de Hedrick
—¿Qué propuesta? —preguntó ella con expresión de asombro, pero expectativa a lo que sea que él fuera a decir.
—Tres días —dijo Hedrick, mostrándole también con sus dedos. Era imposible que siguieran así y debía poner un punto final a esto—. En ese tiempo deberás tomar una decisión. Yo te propongo vivir una relación amorosa conmigo. Seamos amantes, sin tener que contenernos, ni volver a estas discusiones. Yo quiero estar contigo. Sé mi amor en secreto, Heleanor.
Heleanor escuchó atenta y permaneció atónita. Esa proposición la tomaba desarmada, él la desarmaba. “Su amor en secreto”. Entendía que, si llegaban a tener una relación, debían mantenerla oculta en el principio y quizás después… después: ¿En qué cosas estoy pensando? Se reprendió a ella misma en su cabeza.
—Hedrick —dijo ella con voz sosegada—. Yo…
Hedrick le puso el dedo índice en los blandos labios y negó con la cabeza, mientras la veía con seriedad.
—Dejaré la puerta de mi cuarto abierta por tres días. Si vienes a mí en ese