Entro a la habitación de invitados y llevo todas mis cosas de vuelta al dormitorio de Darius.
Tenemos una apuesta pendiente.
Finalmente, algo que me distraiga de la conversación de hoy con papá.
Saco mi lencería de encaje rojo que preparé esta mañana y salgo con ella para darme una ducha. Sé que Darius estará arriba para cuando termine, y lo he planeado todo meticulosamente.
Me ducho con un gel de aroma a rosas y me rocío el perfume Coco Mademoiselle en la punta del cuello, el gancho del sujetador y las muñecas.
Me miro en el espejo y me peino el cabello largo y negro, dejándolo caer sobre mis hombros en grandes y brillantes ondas. Luego me pongo el conjunto sexy para dormir. Es una bata corta que me llega hasta la mitad de los muslos. La parte superior es de encaje rojo y negro, translúcido, con forma de sostén, cortado justo debajo de los senos, y la parte inferior es de seda roja dividida en dos, revelando mi tanga a juego de encaje negro y rojo.
Negué con la cabeza, sonriendo. Mi