Natalie asintió, —Bien.
Cinco minutos después, Natalie entró en el salón de fiesta y se quedó helada al verlo lleno de luces de colores y olor a perfume.
Rechinó los dientes, era claramente una fiesta comercial, Javier dijo que era su fiesta de celebración... ¡Cuando lo encontrara, iba a hacer que se arrepintiera!
Natalie se quitó las gafas de sol y buscó a Javier entre la multitud.
Antes de encontrarlo, una mujer se le acercó y le habló.
—Hola, señorita López, soy la mujer del presidente del Grupo Gómez.
Natalie se sorprendió y dijo con indiferencia: —Se equivoca de persona, mi apellido es Silva.
La mujer del presidente del Grupo Gómez estaba pensando que Matilda era mucho más guapa de cerca que de lejos, y se quedó helada cuando la oyó decir eso.
Tras unos segundos, se rio torpemente, —Señorita López, no me mientas. Entraste con el señor Ramos y ahora dices que te apellidas Silva...
Natalie frunció el ceño, —¿Qué señor Ramos? No lo conozco.
La mujer perdió la paciencia y su tono se e