La sonrisa en el rostro de Matilde se congeló.
-Leo... Me prometiste antes... Que me cuidarías hasta que diera a luz, ¿te olvidaste?
Leonardo la miró fríamente, -Sí te lo prometí, pero ahora me arrepiento.
Matilda le dijo que si la cuidaba hasta que diera a luz, la familia Ramos le devolvería el favor que le debía.
Leonardo aceptó en ese momento, pero a cambio, Natalie y él se distanciaron cada vez más en los últimos seis meses, y en ese momento, comprendió la estúpida decisión que había tomado.
Matilda se mordió el labio inferior y tenía lágrimas en los ojos.
-¿Es por mi hermana?
-Sí.
Al verle admitirlo directamente, las lágrimas de sus ojos finalmente cayeron, mirándole acusadoramente.
-¿Es tan egoísta mi hermana? ¿Tiene miedo de que te enamores de mí otra vez? ¡Por eso no deja que sigas cuidando de mí!
Leonardo la miró con calma, -Piensas demasiado, ella no tiene ninguna queja de que te cuide, es sólo que no quiero seguir lastimándola.
-¿Lástima? ¿Yo no? Fui yo quien se enamoró de t