Natalie condujo hasta el Grupo Ramos y apenas llegó a la puerta, fue detenida por el recepcionista.
—Señorita López, el presidente ha dicho que hoy está ocupado y no tiene tiempo para verla.
Natalie frunció el ceño y no le hizo duro al recepcionista, sacó su teléfono móvil y llamó a Leonardo.
Llamó cinco o seis veces y no contestó.
《¡Muy bienl!》
Natalie marcó el número de Carlos y llamó varias veces sin obtener respuesta.
Ella lo entendió, ¡Leonardo lo estaba haciendo a propósito!
Sacó el móvil y tecleó enfadada.
[Señor Ramos, ¡es mejor que me evites el resto de tu vida y que no me veas!
Se dio la vuelta tras enviar el mensaje con la intención de marcharse y, justo al llegar a la puerta, se encontró con Fausto.
Al verla, Fausto se sorprendió.
—Señorita López, ¿ha venido a ver a Leo?
《Están divorciados, ¿no?》
Natalie se detuvo y de repente le sonrió a Fausto.
Fausto se quedó helado y, antes de que pudiera reaccionar, la nítida voz de Natalie resonó en sus oídos.
—Señor Ruiz, ¿ha venido