Lucía respiró profundamente, esforzándose por mantener su voz estable: —Milena, di lo mejor de mí en la audición, pero... Hugo solo me dijo que esperara noticias, así que no sé cómo me fue.
Al otro lado del teléfono, Milena respondió con tono alegre, intentando consolarla: —No pienses demasiado, si Hugo te dijo eso, ¡significa que no lo hiciste mal! No sabes, pero acabo de encontrarme con algunas personas que salieron de su audición y todas dijeron que tu actuación fue muy conmovedora, que realmente le diste vida al personaje.
Lucía soltó una risa amarga: —Milena, no trates de animarme, todas las que vinieron a la audición son talentosas. Está la que ganó el premio a Mejor Actriz Revelación y la jovencita que se hizo famosa en esa serie escolar, todas tienen su propio brillo, ¿cómo podría competir con ellas?
Milena alzó la voz: —¡Lucía, no te menosprecies! Nadie mejor que tú sabe cuánto has sacrificado por esta audición. Estos últimos días te has encerrado a practicar, apenas has dormi