En este momento, Natalie regresó con el desayuno y percibió el ambiente acogedor en la sala al entrar. Sonrió satisfecha y puso el desayuno en la mesa. —Vengan a desayunar.
Lucía y Franco se levantaron al mismo tiempo y fueron a la mesa.
Después de desayunar, Franco sugirió: —Lucía, cuando estés totalmente recuperada, podemos hablar del papel de tu nueva serie y de la forma de interpretarlo, tal vez pueda darte alguna nueva inspiración.
A Lucía se le iluminaron los ojos y asintió entusiasmada. —Genial. Franco, tengo muchas ganas de trabajar contigo.
Después del desayuno, Franco se fue.
Cuando Franco se fue, Lucía y Natalie volvieron a ser las dos únicas personas que quedaban en la sala.
Natalie limpió los platos de la mesa, mientras miraba a Lucía con dulzura, y le preguntó: —Lucía, ¿qué te parece Franco?
Al oírlo, Lucía se sonrojó, bajó la cabeza, y sus ojos centellearon de alegría y expectación. —Franco... es muy profesional y atento.
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Lucía se quedó helada, apareciendo una mirada