Natalie dijo, —Vamos a comer, tengo hambre.
Había venido esta mañana sin ni siquiera haber podido desayunar, y ahora Natalie se moría de hambre.
—Vale, vamos, tenemos que maquillarnos por la tarde.
Encontraron un restaurante cerca, comieron y volvieron a casa.
Natalie no quería salir por la tarde e hizo venir a la maquilladora a casa.
Terminaron de maquillarse a las 4 de la tarde.
Natalie y Tina se cambiaron de ropa y condujeron hasta la familia Silva para recoger a Michela.
Al ver a Natalie, Michela no pudo evitar elogiarla.
—¡Qué preciosa está mi hija, seguro que encandilas a mucha gente!
Natalie levantó las cejas, —Deja de halagarme, voy a estar orgullosa si lo haces.
—Eres guapa, puedes estar orgullosa.
Natalie: —...
Media hora más tarde, Natalie aparcó el coche delante del hotel y salieron juntas.
Tras enseñar su invitación, el camarero les guio dentro.
La fiesta de la familia Santos se celebraba en el Hotel HR, el hotel más lujoso de Imperialia, y habían reservado todo el hotel p