Los otros secretarios de Leonardo llevaban varios años trabajando para él, y Leonardo no había contratado a un nuevo secretario en tres años, así que esta vez, cuando de repente vino una secretaria, la gente empezó a especular: ¿a quién quería despedir?
—Eric, te entrego a Mafresa a ti.
El secretario al que llamó asintió y dijo: —Vale, ya lo sé.
Después de arreglar lo de Mafresa, Leonardo volvió a su despacho.
Eric Cristóbal llevó a Mafresa a su puesto de trabajo, le entregó un documento y le dijo: —Puedes empezar hoy por familiarizarte con el reglamento y la historia de la empresa, y si no entiendes algo, pregúntame.
—De acuerdo, gracias, señor Cristóbal.
Eric frunció el ceño, —Llámame Eric.
—Bien.
Después de ordenar el trabajo de Mafresa, Eric volvió a su casa y se puso a trabajar.
Sin embargo, Mafresa acudía a él de vez en cuando para hacerle preguntas, lo que afectaba al trabajo de Eric.
Al principio, Eric le explicaba con paciencia, pero después de unas veces más, le tiró directam