Viendo la mirada de Tina, Natalie se comprometió.
—De acuerdo, pero sólo lo haré hasta que hayas dado a luz, y volverás a trabajar cuando te hayas recuperado.
—Vale.
Miró el vientre aún poco visible de Tina y dijo: —¿Sabes si es niño o niña?
—Niño, quería tener una niña...
—No suspires delante del bebé. Da igual que sea niño o niña.
—Es verdad. Por cierto, si quieres tener un bebé, te llevaré a elegir uno, tengo experiencia.
—No, estoy bien sola.
Al ver la falta de interés de Natalie, Tina no continuó, sino que miró a Bryan a su lado.
—Sí, ¿aún piensas enamorarte?
—Claro, pero aún no he encontrado al adecuado.
—Bryan te ha estado esperando durante años, ¿y no sientes nada por él?
—Cuando dices eso, ¿quieres comer o no?
Tina se calló de inmediato e hizo un movimiento de cremallera con la boca.
Cuando terminaron de comer, Bryan llevó a Natalie y a Tina de vuelta.
Primero llevó a Tina a su casa y luego a Natalie.
En el camino, cuando el coche se detuvo en un cruce con semáforo, Bryan miró