—¿Qué dices, Marcus? —exclamó Dante Swift.
—No soy tonto, lo sabes, he visto durante un tiempo como la miras, como la tratas, he visto tu actitud, quiero decir, no te odio, solo quiero saber desde cuándo.
Dante no pudo hablar, su mente era tan confusa.
El abogado Lazcano llegó, los interrumpió, fue un salvavidas para Dante, porque Marcus fue con él, se alejó.
El abogado le mostró el video donde Evangelyn subía al auto y Pablo estaba ahí.
—¡Debe pagar por lo que hizo a mi hija! —exclamó Marcus severo
El abogado asintió
—Claro que lo hará, pronto será detenido.
—¿Y qué hay de Irina? Necesito que sea atrapada, esa mujer es un dolor de cabeza para mi familia y para mí —sentenció.
—Siguen buscándola, aunque hay un rumor de que la mujer pudo huir a una provincia —señaló
Marcus respiró profundo, supo que no podría dormir tranquilo si esa mujer seguía por las calles, con una estúpida idea de venganza en su contra.
Evana salió y Marcus fue con ella.
—¿Cómo está?
—Estaba asustada, ¿