Jussie: millonario, evidentemente guapo y atractivo, pero está siendo plantado en el altar el día de su boda. Madilyn: la única ingenua con un auto disponible capaz de alejarle de su pesadilla. ¿Por que son incompatibles? Durante su inesperado viaje se conocen un poco. Él cree que ella es insoportable, incomprensible y extraña. Ella en cambio opina que aunque le parezca irremediablemente atractivo, nunca habría química entre ellos. ¿Pero qué pasa cuando de pronto los amigos de Jussie le hacen verla de otra manera? Lo hacen meditar en la posibilidad de que ella sea su destino. Ella no solo tiene que recordarle lo incompatibles que son, sino que también está comprometida.
Leer másShane miró la hora en el reloj que llevaba en la mano, era la tercera vez que lo hacía en diez minutos. Miró de nuevo a Jussie que tenía frente a él y le sonrió en un intento de ocultar su preocupación, no quería alarmarle aún más a su amigo. Hacía veinte minutos que debía haber llegado la novia, pero por la puerta no aparecía ninguna mujer envuelta en un precioso y glamuroso vestido de blanco.
― ¿Qué es lo que está pasando? —preguntó Jussie en voz baja a su amigo, ― ¿Por qué no llega Lady?― Ya sabes cómo son las mujeres con esas cosas, seguro que llega en cualquier momento —intentó tranquilizarle Shane.―Probablemente se esté secando el pelo, ― añadió Aron, su otro amigo que también lo acompañaba en su boda― a veces les resulta difícil secárselo, por no mencionar el maquillaje y todas esas cosas de las mujeres. Nunca llegaré a entenderlo.Jussie cerró los ojos y soltó aire intentando tranquilizarse. Debía confiar en que la mujer que quería y con quien había decidido casarse llegaría en cualquier momento. La iglesia estaba repleta de gente, y toda la gente de su círculo de negocios y gente de confianza había acudido a su boda, todo tenía que salir bien.
―Señores —los interrumpió el cura que parecía mostrarse impaciente. ― ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar?―Unos minutos más, señor cura― pidió Aron. —De que nuestro amigo se casa, se casa.Mientras decía aquello se abrió la puerta de la iglesia y todos los presentes se giraron a ver, incluso Jussie que de pronto empezaba a sentirse aliviado hasta que se dio cuenta de que la mujer que estaba en la puerta no era su prometida, sino la amiga de ésta. Por la expresión de su rostro daba a entender que algo andaba mal.― Sonia, ¿dónde está Lady? —preguntó el novio. Sonia negó con la cabeza.―Lo siento Jussie, ella no vendrá.Dijo aquello y entre el público se comenzó a escuchar murmullos. Jussie se acercó a ella lentamente con el ceño fruncido.
― ¿Cómo que ella no vendrá?―No puedo decirte nada más, solo que ya no habrá boda. Lo lamento.Se dio la vuelta y regresó corriendo por donde vino dejando de ese modo a un Jussie confuso y desorientado. ¿Acababa de ser plantado?―¿No habrá boda? —preguntó Aron acercándose a él.―No contesta al celular―se acercó también Shane con el móvil en la mano, pero para Jussie todo había perdido importancia.Algunos invitados se acercaron a él a preguntar qué es lo que estaba pasando, empezó a sentirse atosigado.―¿Podéis dejarlo? No habrá boda, no es ninguna novedad. —despachó Shane a aquellos que empezaban a acorralarlo.En cambio, Jussie caminó entre ellos hacia la puerta de la salida como alma que lleva el diablo, ignorando todo y a todos.―Jussie, ¿qué piensas hacer? — preguntó Shane siguiéndolo por detrás mientras Aron detenía a aquellos que intentaban alcanzarle y gritaban su nombre.―¡Jussie! —escuchó su nombre detrás de él y regresó a la realidad. Lo habían dejado plantado y había gente que lo seguía, quizás con intenciones de interrogarlo o falsamente mostrarse preocupados. No iba a enfrentarse a ellos.Miró hacia el frente. Había llegado con el auto de sus amigos, no tenía la llave de ningún coche y tenía que abandonar aquel lugar cuanto antes. Afortunadamente vio un auto aparcado junto a la carretera principal. Era un Lexus RS 450 y junto a él se encontraba de pie una mujer, llevaba un traje negro y una gorra. Estaba ocupada escuchando música con los auriculares de su móvil el cual manoseaba distraída mientras movía la cabeza.
Jussie se apresuró a acercarse a ella.—Necesito las llaves del auto. —dijo autoritario extendiendo su mano hacia ella.Madilyn alzó la mirada para verlo. Se quitó uno de los auriculares del oído para saber de qué estaba hablando aquel hombre apuesto que parecía apurado.—Perdón, hombre guapo, pero desconocido, ¿decías? — preguntó inocentemente.—Necesito las llaves del auto—Insistió.—No, no estás hablando en serio—dijo con una sonrisa pícara. ―¿Te estás refiriendo a mi auto?—Es urgente, pagaré todos los gastos y con intereses si es necesario.—Vaya, suena tentador, pero lo siento. No puedo dejar mi auto con un extraño, por más atractivo y apuesto que sea. ―Jussie la miró incrédulo por su comentario, no tenía tiempo para eso. —¿Pero sabes qué? Estás de suerte, adonis. ¿Qué te parece si me dices dónde quieres ir y yo encantada te llevo? O eso o nada.Jussie la miró molesto, pero no le quedaba de otra, tenía que aceptar la propuesta si quería salir de ese lugar.—Está bien, pero conduce ya.Le dio un giro al auto apresuradamente y se subió en el asiento del copiloto. Madilyn igualmente se subió al auto y se aseguró el cinturón. Se fijó en que la gente que salía de la iglesia se estaba acercando a ellos gritando algo.—¿Los llevamos a ellos también? —le preguntó a su nuevo cliente quien la miró con desaprobación.—¡Arranca ya! —mandó él.—Está bien. Tú mandas.Puso el auto en marcha y condujo. Desde el espejo retrovisor vieron a esa gente de pie en la carretera viendo cómo se iban.
—Wau, parece que estamos en una película—comentó Madilyn algo excitada por aquella situación que en realidad desconocía. —¿No que era una boda? ¿Dónde están los novios?Al no recibir respuesta alguna, miró a su acompañante que tenía el brazo apoyado contra la puerta mientras se frotaba distraído la frente. Parecía molesto.—¿Adonis? —lo llamó y él se volteó a verla.—¿Puedes simplemente conducir? Por favor.—Como usted mande, pero hasta ahora no me ha dicho dónde lo llevo.—Tú solo conduce.Obedeció, pero en vista de que iba a tener un viaje totalmente silencioso, decidió encender la radio. Estaba sonando una canción conocida, no era de sus favoritas, pero se puso a cantarla. La cantó con el corazón. Jussie que se dio cuenta de que no podía tener ningún segundo de silencio para pensar en lo que se estaba convirtiendo su vida, la observó absorto, con el ceño fruncido.—¿Cuánto quieres porque mantengas este viaje en un completo silencio? —preguntó mostrando disgusto.—¿Es que tampoco puedo cantar?—Solo necesito un poco de silencio, ¿es demasiado pedir?—¿Se puede saber qué le pasa? No irá a decirme que la mujer de su vida es la que se estaba casando con otro hombre.Jussie la observó inquietante ante su comentario. No iba a darle explicaciones a aquella chica con traje de hombre a la que no conocía. Apartó la mirada de ella y la regresó a la carretera.
—¿Entonces es eso? —preguntó ella admirada.—¡No! —Chilló—¿Puedes dejar de hacer preguntas que no te incumben y simplemente conducir?—Adonis, estás de muy mal humor y no creo que deberías echar tu mal genio sobre mí. Yo también tengo mis problemas y no ves que te lo echo encima.Jussie cerró los ojos y suspiró hondo, intentaba tranquilizarse y no perder los papeles.Se habían alejado de la ciudad y de todo. Madilyn no se había percatado de cuánto tiempo llevaban en la carretera, solo conducía como le habían pedido hasta que se dio cuenta de que estaba empezando a anochecer.
—Oye, Adonis. Sé que es mucho pedir, pero llevo tiempo conduciendo, ¿podrías decirme hacia dónde vamos?Jussie que tampoco se había percatado del tiempo que llevaban, miró hacia fuera.—Tú solo conduce.—Tú solo conduce—repitió igualmente. —Solo por si acaso, quiero que sepas que dentro de mi traje llevo unas cuchillas muy bien afiladas, nunca fallan. Ah y un espray muy bien picante, capaz de dejarle ciego a uno durante un buen rato. Por no mencionar que además fui a clases de defen…—¿A qué viene todo esto? —preguntó impaciente imaginándose de qué iba aquello.—Te lo digo por si tu intención con este viaje desconocido es secuestrarme o venderme a unos psicópatas. —Jussie sonrió inevitablemente y Madilyn lo observó sorprendida.—¿Entonces es ese tu plan?—No soy ningún psicópata—dijo regresando la mirada a la carretera, por una extraña razón, estaba empezando a sentirse tranquilo. Esa chica era muy rara, ¿cómo conseguía darle paz con todo lo que le estaba pasando?—Por cierto—continuó ella—aparte de adonis, tienes una bonita sonrisa.—¿Cenamos? —Alan se encogió de hombros restándole importancia, lo que le gustó a Jussie, y tomó asiento.—¿Esa información no os afectará en ninguna manera verdad? —preguntó la mujer preocupada.—No se preocupe, no es para tanto—procuró tranquilizarla. Cuando se dio la vuelta descubrió que Madilyn estaba allí de pie junto a la puerta, por su mirada pudo descubrir que había estado presente en todo lo que se decía en la tele.Se acercó a ella y le tomó de la mano.—Como te dije, todo está bien—le susurró.—Mady—Alan se puso de pie al verla y se acercó para regañarla. —Esta vez te pasaste, ¿sabes cómo de preocupado estaba? Espero que sea la última vez que me haces…—ella se lanzó a su cuello y lo sorprendió con un abrazó.—Yo también te quiero, hermano. Prometo que esta es la última vez, ya no volveré a preocuparte. —se separó de él.—Más te vale—ella le sonrió. Se acercó a su tía que también se había puesto de pie y la abrazó igualmente.—Lamento haberte hecho pasar por esto, lo siento.
Ella se había quedado dormida acurrucada contra su pecho. Se vía tranquila, él quería que lo estuviera realmente. En ningún momento había dejado de observarla, parecía proteger su sueño. Acariciaba suavemente su cabello, su ricitos. Sonrió al acordarse de cómo se conocieron, una loca que soltaba lo primero que se le venía a la cabeza, lo que en un principio lo sacaba de quicio, pero que acabó gustándole de ella. Se preguntaba cuándo fue que empezó a sentirse atraído hacia ella, ¿será aquella noche cuando volvió a verla en la fiesta, o mucho antes cuando decidió recompensarla llevándola a comer a su restaurante? No podía recordar cuándo fue exactamente. Admiraba lo que había conseguido hacerle, había logrado cautivarle fácilmente después de pensar que no iba superar su plantón en el altar, y agradecía que se hubiera metido en su vida justo a tiempo para no tener que lamentar su fracaso matrimonial.—Adonis—murmuró ella todavía en sueños, él le acarició la mejilla. —¡Jussie! —exclamó de
Jussie caminó hacia la salida, pero la madre de Marcos se colocó frente a él. Lo estaba mirando llena de desilusión.—¿Por qué? — dijo la mujer con la voz rota que de alguna manera le afectó. —¿Qué más tienes que quitarle a mi hijo? ¿Él no se merece nada bueno en la vida porque se lo arrebatarás?—Rachel, créeme, no era mi intensión que esto ocurriera. Dejaré que su hijo se lo explique…lo siento.Se apartó de la mujer para continuar su camino, pero no pudo avanzar mucho, Alan y su madre estaban allí de pie esperándole.—Jussie…—por su expresión parecía lamentar la escena que había montado hacía unos minutos.—Prometí que cuidaría de tu prima, y eso pienso hacer—le tranquilizó. Miró a su madre. —Usted debe de ser la tía de Madilyn, un placer—le tendió la mano con educación. La mujer se la estrechó, no dejaba de observarlo.—Es en verdad bello—comentó.—Mamá—le codeó su hijo sintiéndose avergonzado.—Gracias. Si me disculpan iré a ver cómo está Madilyn.Caminó hacia la salida, se subió
Los tres atravesaron el pasillo para conseguir asientos, la mirada de todos estaba sobre ellos, Marcos también los vio. Al principio sintió furia en su interior, tal vez por costumbre, nunca se acostumbraba a verlos a los tres juntos, pero entonces se calmó, él mismo le había invitado a su medio hermano solo para que comprobara que se casaba de verdad, simplemente se olvidó de que no podía salir sin sus sombras.De pronto alguien los detuvo deteniéndose frente a Jussie, era Alan, se veía claramente enfadado.—Me pediste que confiara en ti, —murmuró—que la querías y que harías lo posible porque ella no tenga que pasar por esto, ahora explícame por qué estamos es esta boda que no debió realizarse, solo querías jugar con ella ¿verdad? Dime ¿conseguiste lo que querías?—Cálmate Alan—intentó tranquilizarlo Shane, pero entonces lo enfrentó a él también.—¿Que me calme? Los tres sois iguales, le convencen a la gente que no son de su clase para que confíen en vosotros para luego divertiros a
Las distintas luces corrían a enfocarse sobre él una tras otra, se encontraba en medio del club, de pie, ignorando al resto de gente que había a su alrededor moviéndose al ritmo de la música, y de igual forma a aquella gente que se acercaba a hablarle.—Cariño, ¿bailas con nosotras? —escuchó que gritaban dos mujeres, reaccionó y las miró, parecían felices con aquellas diademas llamativas sobre la cabeza.Mujeres, siempre se veían encantadoras, pero eran capaces de hundirte si te dejabas llevar. ¿Qué hacía él allí? Abandonó la zona y caminó hacia las escaleras para encontrarse en la zona vip, Aron se encontraba allí con alguna gente, cuando le vio se puso en pie y les pidió que salieran. Jussie se acercó y se sentó en el sofá silenciosamente apoyándose contra éste. Aron le hizo una llamada a Shane y luego se puso de pie frente a su amigo.—Lo siento amigo, supongo que ya leíste el periódico. —Jussie lo miró confuso.—¿Qué periódico?—¿No estás aquí por eso?—¿De qué me hablas…? Ah, ent
El sonido proveniente de la casa la hizo despertarse, no sabía cuánto tiempo exacto llevaba dormida. Se puso en pie, al parecer su pesadilla sí era una realidad, se encontraba realmente en la casa de la madre de Marcos. Se acercó a mirarse frente al espejo, se veía horrible con los ojos hinchados. El ruido de fuera la llamó la atención ¿qué estaba pasando? Se acercó a la ventana y fue entonces que descubrió lo que se temía, se estaba volviendo aún más su pesadilla en realidad. Se estaban realizado los preparativos para su boda. Se sobresaltó cuando escuchó que tocaban a la puerta, se dio la vuelta y enseguida aparecía la madre de Marcos.—Estás despierta—dijo con una sonrisa—hay una amiga tuya que ha venido a acompañarte.¿Amiga? Ella no tenía ninguna amiga, sonaba triste, pero era cierto, y enseguida apareció nada menos que Lady, Madilyn la miró totalmente sorprendida ¿qué tenía que ver ella en todo esto?—Hola amiga—dijo con una sonrisa más falsa que ella misma.—Las dejaré que habl
Último capítulo