Tras sufrir una terrible humillación amorosa en la difusa línea que separa el amor del odio, a Crys se le presenta una nueva oportunidad para ser feliz al lado de Milan; quien está decidido a luchar por ella y ganarse su corazón, haciendo todo lo posible por alejarla de Bastian Woodwryn. Mientras que el mismo Bastian tiene claro que se está enfrentando a un tipo de enemigo muy distinto al que conoce; la retadora e inquietante Crystalle Bellowk. Lo que no sabe es que ella está decidida a no perder ni a doblegarse ante él. Un nuevo ciclo escolar, nuevos personajes, un misterioso enemigo aparece y una guerra amorosa que los terminará consumiendo. ¿Conseguirán Crys y Bastian sobrevivir a este nuevo ciclo escolar sin destruirse? o por el contrario ¿Caerán ante las tentaciones y pasiones más profundas de su amor?
Ler maisLa luz de la luna se filtraba en aquella habitación oscura, dando como resultado una vigilancia celestial, era espectadora de aquel romance extraño y teñido de odio, rencor y mentiras.
—Quiero hacerlo, aquí, ahora —dijo agitadamente aquella chica rubia.
Él se quedó inmóvil, observándola, cada gesto, cada movimiento que hiciera quedaría grabado en su mente, por primera vez en su vida, él podía observar como su pecho se movía ligeramente con su respiración agitada, en efecto, estaba ida. Se acercó a ella y le quitó aquella bata de seda que cubría su cuerpo, el simple hecho de deslizar despacio la tela por sus brazos, lo embriagó, era una chica muy hermosa. Sus párpados se cerraron y aspiró su olor.
—Hueles deliciosamente —él murmuró con un suspiro.
Ella sonrió de oreja a oreja, le gustaba que todos los hombres le pusieran atención, ella tenía que ser la única para quien eligiera, nadie era mejor que ella, o al menos eso pensaba.
—Es vainilla, con algo mezclado que no recuerdo —contestó ella sin quitarle la vista de encima.
—Da igual —él se encogió de hombros— lo que me gusta es que es un olor limpio y femenino, es una esencia que no he olido en nadie más.
Ella se quedó inmóvil, totalmente hechizada con aquellas palabras, aunque iba con pies de plomo, él nunca había sido sincero, por lo que eso pudiera ser solo un pequeño juego antes. Lo único que ella deseaba era que él la complaciera esa noche, entonces la curiosa mirada de él.
—¿Qué haces? —ella se cruzó de brazos— se supone que eso debería estar haciéndolo yo.
—No entiendo porque tanto odio hacia Crystalle, se ve que es buena persona y...
La chica volvió a apretar su miembro y él se volvió a quejar.
—¿Decías algo cariño?.
—¡No!.
—Bien, ahora vístete, tenemos que planear nuestro siguiente movimiento.
—Solo espero que no te arrepientas de lo que estás haciendo, y por supuesto que no se te pase la mano, después de todo ella no tiene la culpa de...
—¡Claro que es culpable, ella es la causa principal de mis desgracias, si ella le hubiera dejado, él seguiría a mi lado, sería mío!.
—¿Y por eso piensas dañarla? —aquel chico comenzaba a terminar de vestirse— en todo caso él fue quien eligió quedarse a su lado, él la ama, y con eso no puedes hacer nada más, aparte no creo que Milan...
—¡Cállate!.
—No tienes porque gritar —el chico comenzaba a hartarse de esa conversación.
—Pues no menciones eso.
—¿Te duele, cierto? —un brillo malicioso se colocó en los ojos de aquel chico, acompañado de una enorme sonrisa que significaba triunfo— te duele que él la prefiera sobre todas, te duele que la ame como te gustaría que él te hubiera amado, pero ya no puedes hacer nada.—En eso te equivocas, claro que lo haré, él es mío.
—Sabes, creo que aunque logres separarlos o dañarla, dudo mucho que obtengas lo que deseas, él nunca la va a dejar de amar —el chico se encogió de hombros.
—Eso ya lo veremos.
—Como digas —el chico recibió un mensaje y de inmediato lo respondió, ignorando descaradamente la presencia de ella.
Estaba cansada, pero el simple hecho de pensar que el juego daría inicio muy pronto, la llenaba de emoción, él se arrepentiría de haberla dejado, de haberla cambiado por Crystalle.
Se vistió rápidamente y se dirigió a la pequeña mesa de noche, tomó los planos que eran de la construcción de la casa del lago, y comenzó a planificar bien sus estrategias, no podía cometer ningún error, y necesitaba más información cuando estuviera en la universidad.—Me voy —el chico se despidió rápidamente de ella— nos vemos luego.
—Largo o te cortaré las pelotas.
—Tranquila, te dejaré con tu estúpida venganza.
—No se te olvide hacer lo que te pedí, para mañana lo necesito —aquella chica rubia lo fulminó con la mirada— no quiero errores cuando lo hagas.
—No lo haré, no cometeré ningún error.
—Y más te vale que nadie te vea.
—Ok, me voy.
—Adiós.
Aquel chico salió de la habitación, ella tomó entre sus manos una fotografía de Crystalle en la cual salía con Milán de la universidad, verla tan feliz a su lado le dio un enorme coraje, y sintió un delicado estremecimiento que recorrió cada centímetro de su piel, y su ávida mirada se colocó en Crys, ella era guapa, le daba rabia admitirlo, tenía un buen cuerpo en forma, y lo que más envidiaba de ella, era tener a muchos chicos babeando por ella. Después colocó su mirada en Milan, quien en la foto la veía como si ella fuera algo divino que no se había visto jamás. Entonces sintió tanta furia en su interior, que terminó por aventar aquella fotografía al suelo, comenzó a aventar todo, incluso los planos que hasta hace unos momentos estaba verificando, chocando contra una de las paredes de aquella habitación fría.
—¡Maldita seas Crystalle Bellowk! —aquella chica rubia comenzó a llorar de rabia, de impotencia— ¡por quitarme lo que es mio, él me pertenece!.
Los gritos de aquella alma perdida retumbaban como eco por todo el lugar. Se sentía frustrada, odiada, pero con una enorme sed de venganza, eso le ayudaba a salir del pozo en el que ella misma se había hundido.
Cerró los ojos e intentó calmarse poco a poco hasta que soltó un suspiro largo. Con mirada perturbadora comenzó a buscar aquella foto de Crys, pero esta vez buscó unas tijeras y comenzó a rayar el rostro de ella, dejando solo el de Milan.—Me lo quitaste —dijo entre risas envueltas en locura— no, mejor dicho te lo presté, porque él y yo estaremos juntos por siempre.
Soltó una carcajada llena de locura, la cual le siguieron más, y más, a tal grado que lloró de tanta risa que sentía en ese momento. Después se dio cuenta de la hora, ya era muy de noche, era tiempo de comenzar con el juego, y el primer dado ella lo tiraría.
Con pasos pasmosos se dirigió hasta el teléfono, se sentó con delicadeza como si fuera alguien de la realeza y comienza a respirar lento y profundo, lo toma entre sus manos y sonríe de oreja a oreja al marcar aquel número, sonó tres timbres hasta que aquella persona contestó.—¿Hola?.
Su voz, aquella voz, era tan dulce pero a la vez tan misteriosa, era ella, Crystalle Bellowk, la persona que más odiaba en el mundo.
—¿Hay alguien ahí? —preguntó Crys en tono impaciente y algo molesto— si esto es una broma no es gracioso.
Aquella chica rubia comenzó a respirar tan fuerte, que Crys podía escucharla a la perfección, cosa que la asustó mucho.
—Bien, como sea, no vuelvas a marcar a mi celular —habló Crys molesta al tiempo que colgaba.
Ella le marcaba a Crys constantemente, pero para que ella no pudiera verificar su número, lo aplicaba en modo privado gracias a una aplicación que le había descargado aquel chico con el que se acostaba. Al escuchar como había colgado, no dudó en soltar otra carcajada, pero esta vez más siniestra, tomó la fotografía con fuerza y se asomó por la ventana de aquella casa vacía y oscura.
—Que empiece el juego —aventó hacia afuera aquella fotografía, cayendo a un río, en efecto, estaba en una casa abandonada cerca del bosque— Crystalle Bellowk, veamos hasta dónde puedes llegar para salvar tu inútil vida.
El juego había comenzado, ella tenía el control de todo, jugadores, peones, tenía varios trucos bajo las mangas, pero aún más importante, tenía una carta especial escogida por el destino. Daba igual quienes fueran los demás jugadores, después de todo ella solo quería una cosa; la cabeza de la reina para quedarse con el rey y con todo el reino.
Sus planes están al punto exacto, tenía una meta fija, alguien a quien lastimar. Su nombre es un misterio, y este año correrá más sangre que amor, o al menos eso tenía planeado, aquella chica estaba segura de una sola cosa; donde hay maldad, algún día hubo bondad y amor.
El sol estaba en lo alto regalando sus cálidos rayos de luz, ella no lo dejaba de ver, era imposible no admirar tanta belleza humana en aquel chico que le había robado el corazón, pero solo podía permitirse verlo de lejos, las reglas que establecieron las porristas, chicas de alto nivel tanto económico como social, eran simples; no tocarlo a menos de que él lo permita y así lo quiera, nunca desear ser su novia, Bastian Woodwryn no tenía novia, era famoso por andar con una y con otra, aunque muchos decían que después de la dolorosa separación de la única chica que consideró su novia, se volvió frío y distante, de hecho muchas chicas albergaban la esperanza de llegar a cambiarlo o conquistarlo. Querían que volviera a creer en el amor, pero era complicado, Bastian ya no tomaba a nadir en serio.
Es viernes, y hoy era el inicio del fin de semana que estaba esperando al lado de mis amigos y de Bastian, después de ver aquel video que por un momento nos destrozó a Saskia y a mí, fuimos a ver a los chicos para que nos explicaran las cosas, nos debían una mucho, aún recordaba lo que pasó esa noche como si hubiera pasado hace cinco minutos atrás.—¿Adónde vas? —le pregunto a Saskia mientras veo como se quita el pijama y comienza a vestirse.—Voy al antro, Erick me va a explicar esto y después lo terminaré.—No te alteres, recuerda que estás embarazada y...—Crys, tu deberías hacer lo mismo, Bastian también
La sangre me hervía del coraje, no podía creer lo que estaba pasando, esa chica estaba besando a Bastian, pero él de inmediato la alejó y casi la empuja sin querer, lo bueno era que casi nadie vio lo sucedido, y enseguida llegaron los hermanos Ferrer, Martin en especial se veía molesto ya que al parecer la chica estaba borracha.— ¡Carajo! —Suelta Bastian limpiándose el beso con la manga del saco— deberían controlar más a su prima.— ¡Bastian, te amo y sé que estás aquí por mí! —Grita la chica tambaleándose— eres mi novio, ¡escuchen!, Escuchen todos, Bastian y yo somos novios.—Te equivocas, mi novia es ella —Bastian me toma de la
No puedo evitar ver lo guapo que se veía Bastian con aquel traje de gala, por lo que nos contó Chuck, aquel evento era no solo para ver inversiones o tratar asuntos de las Universidades, también era para conocer a las chicas de la sociedad con dinero, Bastian no era rico como lo era mi madre o Milan, a nosotros nos consideraban en el pueblo como los nuevos ricos, pero para no hacer menos y quedar mal con la gente, el padre de Chuck propuso invitar a los demás miembros del consejo estudiantil, y eso incluía a Bastian, quien su familia tenía un nivel económico muy bueno pero no los suficientemente rico, lo positivo del asunto era que todos lo respetaban.— ¿Por qué me ves tanto? —me pregunta con su típica media sonrisa.—Veo lo que es mío, &ique
Bastian me devolvió la sonrisa y me tomó de la mano mientras nos acercábamos a Chuck, quien de inmediato apagó su cigarro.—Te encargo a Crys, no dejes que esos idiotas se acerquen a ella —Bastian lo mira fijamente.—Despreocúpate, nada pasará mientras esté con ella —le asegura Chuck— es mejor darnos prisa antes de que mi viejo se moleste.Me despedí una vez más de Bastian y me alejé con Chuck a la oficina del director, se veía algo despreocupado y molesto a la vez.— ¿Te sucede algo? —le pregunto antes de llegar.—Nada importante Crys, solo no te alejes
Cuando escuché la voz de Bastian no pude evitar sentirme tranquila, sabía que todo estaría bien al menos para mí, pero también pude ver el rostro de los hermanos Ferrer, el mayor se puso un poco rojo, y el segundo pálido, eso me dio a entender que si conocían a Bastian.—Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí —dice en tono burlón Martin mientras se da la vuelta para estar cara a cara con Bastian— el grandioso Woodwryn, me preguntaba a qué hora y en que momento saldrías.—Martin Ferrer —Bastian sonríe de oreja a oreja— ¿cómo sigue tu prima, está bien?—Sobrevivirá, después de que la usaste como una puta comenzó a olv
Último capítulo