— Francesco, recuerda que tienes a los inversionistas españoles esperando por la firma de la fusión con la nueva compañía que hemos adquirido, de verdad, ya no sé qué más inventarle a esta gente — André hablaba con urgencia mientras revisaba los folders llenos de documentos y testeaba cada detalle con el grupo de abogados — Además, vas a tener que pagarme horas extras por hacer tu trabajo, esto ya no me está gustando.
— Anduve deja de quejarte de que estás ganando el sueldo de un CEO.
— Sí, ¡Pero con el trabajo del CEO y además el mío!
— ¡Llorón!, ya sabes en lo que ando en estos días, solo dame tiempo, además, fue tu idea que me tomara una semana para mí, y no han sido tantos días como para una semana.
— Te dije que te tomaras una semana para ti, sí, para que descansaras y te alejaras de los problemas, ¡Pero tú te la estás tomando para otras cosas! — Subrayando la última frase.
— Descuida, necesito sentirme útil, ¡Ahí metido en la oficina, me estoy anquilosando!
Francesco apagó el mo