Los días pasaron y el fin de semana se fue volando, llegado el lunes Vicencio Locantore revisó dos veces los exámenes médicos de Vittoria y determinó que su estado era lo suficientemente apto como para continuar con su proceso de desintoxicación y tratamiento fuera de la clínica, dada la situación de riesgo de ser descubierta y aprehendida.
— Hola Vittoria, ¿Cómo te sientes hoy? — El galeno entró regalándole una amplia sonrisa mientras movía unos papeles de lado a lado.
— Buenos días, doctor…
— ¿Sabes qué es esto? — mostrándole de buena gana los documentos.
Ella negó con un movimiento de la cabeza.
— ¡Pues es tu boleto de salida de la clínica! — Manteniendo un ánimo festivo. Vittoria no supo si alegrarse o sentirse preocupada, en la clínica las cosas