Una ambulancia llegó hasta la empresa, de inmediato un par de paramédicos atendieron a Victoria, la estabilizaron y la llevaron a un hospital.
—¿Te encuentras bien? —indagó Alejandro abrazando a Lolita.
Ella se aferró al cuerpo de él.
—Estoy algo nerviosa, y bastante contrariada por lo que Victoria contó —expresó con voz trémula. —¿Crees que haya dicho la verdad?
Alejandro resopló y la abrazó.
—Si me permiten intervenir —interrumpió Oliver.
Alex asintió.
—Considero conveniente poner en conocimiento de las autoridades lo que la señora contó —indicó—, es posible que Emma tenga padres, y ellos estén buscando a su hija —expuso.
El corazón de Lolita tembló al escucharlo, y se tambaleó, entonces Alejandro la sostuvo, y miró su semblante lleno de palidez, fulminó con la mirada a su amigo.
—Amor, cálmate, piensa en nuestros bebés —solicitó ayudándola a tomar asiento.
Oliver al escuchar la palabra bebés se tensó, y sacudió la cabeza.
—Lo lamento… yo no lo sabía. —Se disculp