Llegamos a casa y el primero en llegar a mí fue David. Me abrazó tan fuerte que sentí que en cualquier momento me partiría en dos pero no fue así.
-Vas a lastimarla -le dijo Elliot para calmarlo-. Están bien, David, no hay nada de preocuparse.
-¿Qué pasó? -le preguntó molesto-. Te dije que no te movieras de su lado.
-Solo iba por su laptop, David -respondió él en defensa-. Antes habíamos revisado todo el lugar y no había nadie.
-Vi algo raro en el apartamento -dije.
-¿Qué viste? -preguntó Alejandro colocándose a nuestro lado.
-En mi apartamento hay un espejo en la sala -expliqué-. Cuando volteé para ir a mi habitación, ví un sombra o eso pensé. No dije nada porque pensé que había Sido mi imaginación o yo qué sé. Luego, entré a mi habitación y Vi mi laptop en mi cama, fuera de su bolso y yo siempre la tengo guardada en mi armario.
-¿Estás segura que no la dejaste allí cuando nos vinimos? -preguntó Elliot-. ¿Pudo Carmen haberla agarrado?
-Carmen no se mete en mi habitación al menos que