Ambos se miraron por nos segundos. Luego a mí. Fisher me miró tranquilo, mientras mi hermano me miró extraño y asombrado. Él sabe que jamás sería mal educado con nuestro amigo pero no sé exactamente que me pasaba en ese momento. Tampoco pensaba ni quería quedarme allí para descubrirlo.
-Fue un gusto volver a verte, Ale -le dijo él a modo de despedida-. ¿Me dejas tu número?
-Te lo envío del móvil de Kar -dijo estrechando de nuevo sus manos-. Pero antes, ¿qué diablos le hiciste a mi hermano?
-Alejandro -le regañé-. Ya vamos. Fue un gusto encontrarnos de nuevo. Nos vemos el día de la boda. Te mandaré la ubicación y la hora.
-Cuidate, Kar -respondió en voz baja.
-Hasta luego -dijo mi hermano.
Los dos nos encaminamos al encuentro de los demás que ya estaban afuera esperando por nosotros.
-Creí que tenía que ir a buscarlos -dijo Elliot divertido.
Por otro lado, David tenía la peor cara de molesto que podía algún ser humano tener. Miré a Raquel, estaba tranquila, como si nada