Capitulo 6

Hades Santoro

—¿Qué planeas?—pregunta Alessio

—¿Respecto que?—pregunto

—Con la chica rusa, ¿Que planeas con ella? ¿Usarla como mercancía? ¿Prostituirla? ¿Torturarla?

—Tenerla cerca, es hija del Sottocapo y eso nos beneficia—le digo

—Es una mujer y en Rusia tratan como la m****a a una mujer—dice Alessio

—Quizás sepa algo—insisto

Niega mientras empina su trago y en ese instante Flavio entra a la oficina y se sienta en el sofá.

—Pobre rusa, parece un cachorrito abandonado—comenta

—¿Hablaste con ella?

—No habla mucho—responde Flavio

—Sácale información—insisto

—Es mujer y rusa, lo único que vamos a lograr será que nos cuente lo que hacía diariamente en su hogar—dice Flavio

—Algo debe de saber Flavio—le digo

—Como digas—suspira

—¿Por qué Luca no busca su expediente? De seguro podremos sacar algo de su ficha personal.

Miro a Luca que solo encoge sus hombros sin mucha importancia. Bebo mi trago mientras que Flavio se sirve uno.

—¿Para que sus datos personales?—pregunto

—Para saber algo más de ella, algo debe de haber en el Hades—dice Alessio

Asiento levemente y miro a mi hermano menor que solo jugaba con una cuchilla.

—Busca su expediente, mientras tanto Flavio va a sacarle la mayor información posible y trata de enseñarle Italiano, no podemos tener a Antonella de traductor las veinticuatro horas del día—ordenó

—Vale, pero insisto en que esa chica no sabe nada, cuando digo que parece un cachorro abandonado es porque así es.

Ruedo mis ojos mientras que mis dos hermanos salían dejándome solo con Alessio que solo bebe su trago en silencio. Me relajo en mi asiento mientras que Alessio me miraba fijamente.

—¿Quieres algo con esa rusa?

—Es la enemiga

—Ella no es la enemiga, su familia y clan es el enemigo, no ella. La rusa es una ficha más en el tablero de la Mafia Roja.

—¿A qué te refieres?

—Me extraña que esa chica haya llegado por sí sola al bar anoche—comenta—. Quizás sea un movimiento de la Mafia Roja para mantenerse cerca y acercharnos desde el interios. 

—¿Crees que sea una trampa?

—Si

Relamo mis labios mientras miro a mi hermano menor, el luego de un rato me deja solo y simplemente me sirvo un trago más.

Actualmente era el Capo di Capi de la Mafia Siciliana y la Mafia Roja me había puesto en duda sobre mi nuevo puesto cuando debieron jurar ante mí la lealtad a mi familia. Aquello había traído la guerra donde ambas mafias empezaron a buscar el acecho de los territorios contrarios en busca del poder.

Mi padre había sido asesinado en un combate de hace unos meses atrás y desde ahí que había ascendido al poder de la Mafia convirtiéndome en el nuevo Capo. Apenas tenía veinticinco años y era joven para ser Capo pero nací y me crié para esto.

Nacido en la Mafia y muerto en la Mafia, juramento que había prometido apenas me convertí en Capo. Si quería salir de la Mafia, seria muerto.

Un Capo necesitaba una esposa, pero yo aun no desposaba a nadie y tampoco me interesaba, tener una esposa ahora mismo no era mi prioridad, tenía que ganar esta guerra fuera como fuera.

•••••••••••••••••••

Bajo al comedor para sentarme en la mesa con mi familia, madre y mis hermanas ya se encontraban ahí aunque mis hermanos aún no aparecían. Me siento en la cabeza de la mesa y aparece Luca con Alessio para ubicarse en sus lugares.

Unos minutos después Flavio aparece con Adara, ella nos mira dudosa y se sienta a mi lado derecho mientras que Flavio ocupaba su lado izquierdo. Nos sirvieron la cena y todos empezamos a comer en silencio dejando el eco de los cubiertos rodeando el comedor.

A mitad de la cena noté que Adara no había tocado su plato, mi madre y hermanas también lo habían notado y la miraban de reojo.

—¿Por qué no comes? —rompo el silencio

Adara se sobresalta y me mira de reojo, luego baja su mirada al plato y relame sus labios nerviosa. Miró a Flavio nuevamente y solo rueda sus ojos. No sabía qué decía exactamente.

—почему ты не ешь?

<<¿Por qué no comes? >>

—хм, у меня... у меня аллергия на рыбу —informa

<<Uhm... soy alérgica al pescado>>

Miro a Flavio que solo se encoge de hombros demostrando que no tenía ni idea de la alergia de la Rusa. Asiento mientras miro a la Rusa.

—На что еще у вас аллергия?

<<¿Algo más a lo que seas alérgica? >>

—орехи—responde

<<Frutos secos>>

—хорошо —dice

<<Vale>>

Le ordenó al servicio que le cambien en el plato, la Rusa solo elige una ensalada y los del servicio van a prepararla. Cuando la tuvo enfrente empezó a comerla con tranquilidad pero sin bajar sus barreras.

Cuando la cena acabó Flavio se llevó a la Rusa y varios nos quedamos en la mesa. Madre se había ido a su habitación para poder descansar, mientras que Chiara se iba a terminar los deberes.

—¿Qué hay por ahora en Rusia?—pregunto a Luca

—Petrov ha iniciado una búsqueda junto el Boss, aseguran que la Rusa haya podido escapar

—¿Escapar?—pregunta Alessio—. Esa Rusa jamás hubiera podido escapar.

—Pero si fuera así, ¿por qué escaparía?—pregunto

—Insisto que es trampa de los Rusos—dice Alessio

—No todo siempre es trampa—interviene Antonella—. Solo mírala Ale, ella ni siquiera sabe lo que hace aquí.

—Quizás sepamos más de ella en unos días, no creo que sea tan difícil tener su ficha personal—dice Luca

—Esperemos que la Rusa no sea una infiltración—dice Alessio

•••••••••••••••••••

Camino por el pasillo de la mansión dirigiéndome a la habitación de Adara. El silencio rodeaba la mansión al igual que la oscuridad, todos descansaban en sus habitaciones.

Eran pasadas las dos de la madrugada y las únicas personas en pie sin contarme a mí eran los Antonegros que vigilaban cada esquina de la mansión asegurándose que nadie entrará atacar mientras dormíamos.

Entro a la habitación sin hacer ruido, la oscuridad reinaba en ella pero logré divisar una cabellera rubia entre las almohadas, me acerco lentamente y Adara dormía profundamente en la cama.

Una de sus manos se mantenía bajo la almohada mientras que la otra simplemente reposaba en el colchón, traía puesto el pijama de seda color celeste palo. Su piel pálida se hacía de notar mientras que su pecho subía y bajaba de manera sincrónica.

Apartó unos mechones rubios de su rostro dejando ver las facciones de ella, sus mejillas estaban sonrojadas dando un leve rubor a sus pálidas mejillas, sus labios rosados y medios carnosos llamaban mi atención.

Bajo la vista a su cuello el cual era pálido y no padecía marcas, mi mirada capta la parte de su pecho descubierto y no traía sujetador con ella. Los pequeños senos eran cubiertos por la tela del pijama.

Se remueve acomodándose en el sueño y con mis nudillos acaricio su mejilla suavemente.

Tener a la rusa en mi propiedad era un peligro, podía ser una simple espía como decía Alessio pero aun así no la dejaría irse tan rápido de aquí. Antes de eso tenía que sacar mucho de ella.

Deseaba el poder ahora mismo y ella podía ser mi gran carta bajo la manga ahora mismo.

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