Adara Petrova
—Comencemos con lo principal, saludo y preguntas. Es muy pronto para iniciar una conversación en Italiano—dice Flavio
Llevaba unos días aquí en Italia y no sabía exactamente nada de mi familia. Apenas podía salir de la habitación y era vigilada por hombres mientras que Flavio estaba conmigo casi todo el dia.
Oír a los Italianos usar su lengua natal y yo no poder comprenderlo me frustraba demasiado y Flavio se ofreció a enseñarme hablar y entender el Italiano.
—Ciao
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> —Qiao—repito —No, así no. Es Ciao—me corrige —Ceao—digo —Ciao—repite Frunzo el ceño confusa y frustrada y Flavio sonríe de lado. —¿Qué significa?—pregunto—no me apetece aprender palabras malas —Primero que nada significa hola y segundo, define palabras malas porque créeme que hay muchas—dice —Bueno, groserías y cosas así—respondo —La grosería no es algo malo—dice Flavio Simplemente jugueteo con mi cabello mientras me mantenía sentada en la cama, Flavio se estira en la cama recostado en ella. —¿Cuándo me iré?—pregunto —No lo se, deberias preguntarle a Hades —Hades me intimida demasiado, creo que quiere hacerme daño—digo Flavio se ríe al oír lo que le dije y yo lo miro confusa, no se que chiste había contado. —Hades no toca a las mujeres—dice—bueno, no a las que no lo quieren—se corrige—. Hades podrá ser el Capo y todo, pero jamás tocaría a una mujer ni la mataría. Las respeta demasiado. —Las personas como ustedes no respetan a las mujeres, más bien las toman como algo que les pertenece—le comunicó Flavio me mira unos segundos y asiente mientras se incorpora en la cama, lo sigo con la mirada y luego suspira. —Bien sigamos con el Italiano. Ciao—dice —Cio —Ciao—corrige —Ciao—digo —Ves, ya sabes decir hola en Italiano y tu acento ruso le da un buen toque—dice Flavio —¿Italiano y ruso?—me confundo —Lo se es raro—confirma—. Bueno ahora sigamos con lo siguiente, arrivederci Frunzo los labios ante la complicada palabra que acababa de decirme. Flavio enarca una ceja divertido. —arrivederci—repite —Arreviderce—digo con dificultad —No, es arrivederci Muerdo mi labio confusa mientras trataba de identificar las letras en la frase pero me era difícil. Flavio suspira frustrado y luego simplemente pasa su mano por su cabello castaño. —Creo que será mejor que te de un libro de Italiano. De seguro debe de haber alguno por aquí—dice Flavio —¿Que significaba?—pregunto —Adiós—responde —¿Te estás despidiendo?—pregunto —No—se rie—eso es lo que significa —Ah vale—asiento Abren la puerta sobresaltandome y la chica llamada Chiara nos mira, era demasiado seria como para tener dieciséis años y me recordaba un poco a Faddei. —Hades vuole che tu vada nel suo ufficio. Adesso —comunica < > —Andremo tra un attimo Chiara < > La chica sale de la habitación dejándonos nuevamente solos y miro a Flavio curiosa, lo único que entendí fue Hades y Chiara. —¿Qué ha pasado? —Hades nos quiere ver en el despacho. Vamos antes que se moleste y venga el mismo —¿Por qué yo?—me asusto —No lo se, quizás quiere mantenerte cerca—responde Nerviosa sigo a Flavio por los pasillos de la mansión. ¿Por que me quería a mi? ¿Iba a venderme como lo hizo padre? ¿Me dejaría ir al fin? ¿O me torturaran hasta matarme lentamente? Dios, necesitaba calmarme. Sufrirás un colapso así chica, bájale un poquito. Llegando al despacho entramos y me encogí al ver a todos los hombres, no había ninguna mujer que no fuera yo y eso me asustaba. Esta era mi condena. —Ci cercavi fratello? <<¿Nos buscabas hermano?>> —Évero, fratello —me mira esta vez a mi—. E l'italiano? < > —È più complicato di quanto pensassi, fratello. Avrai bisogno di un libro in modo che tu possa conoscere almeno le basi, ha detto più parole che non ha capito di quelle che ho chiesto. < > —Fácilmente podría creer que planean mi muerte, así como hablan—intervengo llamado la atención de los cuatro hombres El hombre llamado Luca sonríe de lado de manera divertida y Alessio solo me mira fijamente, Flavio hace un gesto estando de acuerdo al respecto y Hades solo me mira fijamente. —Si deseara matarte ya lo habría hecho, principessa—dice Hades Trago ante el seudónimo y quizás pude deducir que eso significaba princesa o princesita. —¿Me mataran?—la voz me tiembla —Posiblemente—responde Alessio mientras jugueteaba con su vaso Doy un paso hacia atrás captando la atención de Luca que me mira fijamente. —Non scappare mai da un predatore perché prima o poi ti cattureranno < > —¿Qué dice?—miro a Flavio —Que si huyes iremos por ti sin importar hasta donde—dice Flavio Trago grueso y me quedo inmóvil en mi lugar con la mirada fija de Luca sobre mi, Hades lo capta y mira fijamente a su hermano. —Luca Luca solo aparta la mirada sonriendo de lado y nota que el de seguro era uno de los peores de ellos, aunque dudaba demasiado ya que los cuatro eran mafiosos y hombres. Hades se pone de pie y se acerca a una estantería, saca dos libros gruesos y se los entrega a Flavio. —Occuparsi studiare e poi vieni da noi a confermare il suo italiano. Parlare russo mi fa venire il mal di testa < > Flavio asiente y toma los libros bajo la mirada de Hades, Alessio me examina rápidamente y luego mira a Hades. —Non si sbagliavano quando dicevano che sembra un cucciolo abbandonato, la poverina sopporta a stento la nostra presenza < > Flavio lo ignora y me entrega los dos libros pesados, frunzo el ceño confusa. —Vas a estudiarlos para aprender Italiano—me dice Flavio —Portala in camera, lasciala studiare e io torno qui. < > Flavio me hace una seña para salir y lo sigo rápidamente, caminó detrás de él por el mismo camino a la habitación, en medio del camino descubro un pasillo que llevaba a las escaleras. Me detengo de golpe dejando que avance y dejó los libros en el suelo para correr al pasillo que me llevaría a las escaleras. Bajó rápidamente por ellas y salgo por la puerta principal, corro por el camino de piedra que daba a la puerta principal. Tenía que cruzar el portón que estaba a unos cuantos metros y poder adentrarme a las calles vacías. Estaban en una zona asegurada a la cual no llegaba mucha gente pero de algún modo podría llegar a un pueblo o a la ciudad. Miro hacia atrás y hasta por el momento nadie me seguía, corro como puedo pero los tacones me lo impedían. Me los quitó con rapidez y los agarró para luego correr descalza por el cemento. Se oye un disparo y suelto un grito asustada, corrió hacia el portón y al lograr cruzar miro hacia atrás donde varios hombres y entre ellos Flavio, Hades y Luca me seguían rápidamente. Bajo la calle empinada con cuidado de no tropezar, no deseaba caerme y hacerme daño. Mis pies ya me dolían al no llevar los zapatos pero los tacones no eran de ayuda ahora mismo. Un nuevo disparo hace eco y me sobresalto mientras bajaba la calle. Tenía que alejarme lo más rápido posible. Lo logré en Rusia, ¿Por qué no acá en Italia? Un agarre fuerte en mi cintura me hace gritar y pataleo soltando los tacones, empiezan a llevarme de vuelta a la Mansión y lanzó puños mientras trataba de zafarme del fuerte agarre en mi cintura. —¡Suéltame! ¡No quiero estar aquí! Pero no me hace caso, bufo molesta mientras me forcejeaba pero el agarre era mucho más fuerte. Ya en la mansión me dejaron en la sala donde las mujeres de la familia me miran y es Hades quien se acerca rápidamente y furioso. Me encogí esperando su golpe. Aunque nada llegó, simplemente se mantuvo cerca de mi pero sin tocarme un solo pelo. ¿Por qué no simplemente se desquitaba de su enojo? —Uscite tutti adesso. Mi occuperò del russo < > Trago mientras que todos abandonaban la sala dejándome sola con Hades. Ahora sí que iba a golpearme. Da un nuevo paso hacia mi y me encogí del miedo esperando el golpe que no llegó hace solo un momento atrás. —¿Crees que voy a golpearte?—pregunta molesto Miro el suelo sin tener la suficiente agallas como para mirarlo de frente. Jamás fui lo suficientemente valiente como para mirar a un hombre a la cara mientras me hablaba, siempre pude con mis hermanos y primo pero con otro hombre fue imposible. Era sumisa como madre y dejaba que me usaran a su antojo como quisieran. —Te hice una pregunta Adara y cuando las hago me gusta que me miren de frente, no que se encojan—dice Hades Mi labio tiembla y me niego a levantar la mirada. Toma mi mentón y me obliga a mirarlo fijamente a sus ojos grises y tiemblo por el miedo. Valiente para huir pero cobarde para encararlo. Muy bien Adara. —¿Crees que voy a golpearte?—pregunta Trago gruesamente y asiento mientras que unas lágrimas caen por mis mejillas ante el miedo. Hades tensa su mandíbula. —¿Tu padre te golpea? —Si—susurro —Sumisa—me suelta —Lo sé—admito Suelta el agarre y bajo la mirada rápidamente pero me vuelve a levantar la mirada. —Escúchame bien, Adara, en esta mansión no se permiten los golpes y nadie de mis hermanos ni siquiera yo te vamos a poner una mano encima—dice Hades muy serio—a no ser que tu lo desees podemos hacerlo—mi estómago se tensa ante su propuesta—. Ahora vas a tener esto claro—agarra nuevamente mi barbilla—estás bajo mi techo, mi ciudad y mi mando, si huyes iré tras de ti y si debo de buscarte por cada rincón de este mundo pues lo haré. Ahora me perteneces así que no trates de huir porque iré por ti así sea iniciar una guerra con otras mafias con tal de encontrarte. ¿Queda claro? Asiento levemente mientras que unas nuevas lágrimas bajaban por mis mejillas, las seca con su pulgar y suelta el agarre. Dudo si en verdad bajar la mirada y Hades me reta a intentarlo. Si la bajaba él me volvería a obligarme a subirla. —Mírala en alto Rusa, si la bajas tus enemigos atacan Asiento levemente tratando de mantener la mirada en alto pero me era imposible. Dios déjame irme ya. —¡Flavio, Luca!—grita sobresaltandome En unos segundos ambos hermanos entran a la sala y se detienen a unos cuantos pasos de nosotros. —Scortala nella stanza e assicurati che non scappi e fagli studiare i l***i < > —Certo, fratello < > Flavio me hace una seña y camino rápidamente a su lado, Luca lidera el camino mientras que Flavio me seguía a mis espaldas. Ya en la habitación Flavio me entrega los libros. —Huir no tu mejor opción—me aconseja —Salí de una jaula de oro para entrar a otra y pongo en duda si alguna de las dos en más buena que la otra Flavio solo se retira con Luca dejándome encerrada en la habitación. Me siento en la cama rendida y abro el primer libro. Al menos tendría una distracción.