Despierto por la sensación incómoda de los rayos del sol atravesando por las finas cortinas e impactando atrevidos en mis sensibles ojos. Miro el reloj y me asusto, me quedan escasos minutos para llegar al consultorio. Me dirijo al cuarto de aseo y tomo una rápida ducha de agua caliente, me coloco un atuendo informal y camino hacia mi lugar de trabajo con rapidez.
Al entrar al local deparo en la presencia de una pareja, que sentada en el vestíbulo, espera mi llegada.
- Buenos días - saludo con una sonrisa, dirigiéndome a la agradable estancia donde consulto.
- Doctora ¿Cómo amaneció? - pregunta Isabel al verme y, sin esperar respuestas, continúa - esperábamos por usted - me entrega los documentos con los datos personales del matrimonio.
Dilma y Radiel Grace 51 y 23 años respectivamente, 8 meses de matrimonio, sin hijo. Dos cosas me llaman poderosamente la atención. La edad es una diferencia notable, que siempre trae consigo conflictos y el poco tiempo de casado que tienen, ape