Punto de vista de Judy
Lo último que recuerdaba era haberme quedado dormida sobre el pecho de Gavin. No le conté nada sobre las lobas que vi durante el día, ni las cosas venenosas que dijeron, tampoco mencioné que había buscado a Irene para hablar del tema y que ella, fiel a su estilo, se ofreció a darme clases de etiqueta. Ya sabía lo que Gavin diría.
Él diría que no hacía falta, que mi forma de ser era perfecta. Lo diría con cariño, y quizá hasta me sacaría una sonrisa al momento, pero yo sabía que no era del todo cierto. No obstante, estaba destinada a ser la Luna de la manada más grande y poderosa del mundo, así que tenía que empezar a hacer algunos cambios importantes. Y con todo lo que estaba pasando en nuestras vidas; Irene con el dilema de su compañero destinado, sumado a mis sueños extraños y sensaciones que no terminaba de entender, las dos necesitábamos una distracción.
Me despertó un golpe seco, sonaba tan fuerte que parecía que querían tirar la puerta abajo. Cuando abrí l