Seduciendo al rey de la mafia 8. No he terminado contigo
A pesar de las emociones a flor de piel, observaba a Dimitrik prender la luz y, gracias a ello, percibía al individuo que Nikolai disparó moviéndose de manera leve.
—¿De verdad lo has dejado con vida? —murmuró en la penumbra.
Dimitrik se aproximó al hombre que me ahorcó, arrojándolo al suelo disparándole en múltiples ocasiones. Aunque su rostro reflejaba serenidad, sus ojos mostraban una furia desbordante. Llenó el cuerpo de munición, tanto que, al apretar el gatillo, este emitió un sonido hueco que señalaba la ausencia de proyectiles restantes. Desde mi perspectiva, pude notar que el cuerpo quedó sin vida. Con mis nervios bajo control, examinaba la situación detenidamente, buscando en el suelo alguna pista que me permitiera comprender cómo ingresó.
—¿Podrías decirme quién es? No lo conozco y yo se todos los que trabajan para mi.
—Yo tampoco lo conozco. —contestó Nikolai. —Por casualidad escuche algo raro cuando bajaba por un vaso de agua además de que vi una pisada de tierra en