Seduciendo al rey de la mafia 12. Bar
Nikolai Rudakov
Con una mirada intensa y decidida, estaba lista para atravesar incluso el aire mismo. Desde que la vi supe que no te iba la mirada de una asustadiza, ni alguien que buscara beneficio.
—¿Cuál es tu próximo plan? ¿Matarme? —Deje escapar una sódica sonrisa.
—¿Yo? No tengo habilidades para disparar en absoluto. —Guardaba su arma.
¿Lo era?
Había presenciado cómo manejaba el arma durante la práctica, y al observarla en este momento, me percaté de su habilidad para sostener el arma con destreza. Me levantaba del suelo, sin apartar la vista de ella.
—¿De dónde conseguiste esa arma?
—La encontré en una de las habitaciones que no me enseñaste a la que entre por curiosidad... Lamento haberla tomado, pero después de lo sucedido, sentí la necesidad de protegerme.
—¿Ah si? Entonces no te molestaría darme el arma para revisarla ¿No?
Me aproximaba a ella extendiendo la mano. Su mirada se endurece y notaba como miraba el suelo. Con una leve expresión en el rostro, procedía a darme el