76. Estas colmando mi paciencia
—¿De verdad quieres ir a la casa de Derek? Insisto, quédate conmigo.
—Tranquilo Alessandro, además tengo a su perrito siguiéndome. —mi mirada se dirigía hacia Miguel, quien simplemente esbozó una leve sonrisa.
—Hola.
Alessandro lo observaba detenidamente, pero guardó silencio. Inclinó la cabeza levemente mientras me envolvía en un cálido abrazo.
—Eloise, por favor, mantente a salvo. —murmuró—No olvides que estoy presente para protegerte. Siempre seré parte de tu familia, mientras que a Derek apenas lo has conocido recientemente.
—Alessandro, estoy bien. Soy una mujer fuerte, tranquilo.
Después de la breve despedida, me acomodaba en el asiento trasero del automóvil, deleitándome con la vista nocturna de la ciudad californiana. A medida que nos desplazábamos, contemplaba cómo la urbe surgía a través del cristal. Miguel destacaba por su habilidad para entablar conversaciones, a diferencia de Benjamín. Siempre estaba dispuesto a hacer bromas, lo cual resultaba muy agradable, y su