Eleanor, llegó a la clínica donde estaban su niña y su esposo, ya él había recuperado su conciencia.
Estaba esperando a que terminara la revisión de Charlize que tenía un poco de deshidratación, pero ya estaba más calmada en los brazos de su padre.
— ¡Hola mi niña!— dijo Eleanor llorando de emoción al ver a su hija, sana y salva.
— ¡Hola mami!— dijo la niña— ¡Tenía miedo!
— ¡Lo sé mi amor, pero mamá y papá están acá— dijo ella.
La niña tenía un lenguaje que se entendía, a pesar de la corta edad que tenía. La abrazó y la llenó de besos por doquier, la niña le echó los brazos abrazándola con amor. —¡Te amo mi niña hermosa!— le apretó en un abrazo cariñoso y Charlize sonreía complacida.
—¡Te amo mami!— dijo la niña— la mujer mala se cayó y estaba llorando.
— Si mi amor— dijo Eleanor con ternura— pero ya no vendrá; ¿Y tú mi amor, cómo estás?— preguntó a Calvin dándole un beso en los labios.
— Ya estoy mejor, ese tipo me hizo tremendo chichón en mi cabeza— le explicó Calvin — además