36. NEGOCIOS SON NEGOCIOS
AVA
—. Te acostaste con Emma en mi cama y después me amenazaste con matar a mi madre. ¡¿Y soy yo quien te tengo que pedir disculpas?!
Avanzó un paso, levantando las manos como si con eso pudiera calmarme.
—No quiero discutir. Solo escúchame. Vine porque necesitaba verte, necesitaba hablar contigo. Sé que Owen no significa nada para ti. Yo sé que sigues sintiendo algo…
—Lo único que siento es asco —interrumpí, conteniéndome para no saltarle al cuello—. Me das rabia, me das lástima. Te odio con todo mi ser…
—Ava, cometí errores, lo sé. Pero todo lo que pasó… yo estaba perdido. Lo de Emma no fue lo que parecía… Solo fue un impulso estúpido. Estoy arrepentido. ¡No puedo dejarte ir!
— Lo único que quiero de ti es mi libertad. ¡Acepta mi rechazo! — le rugí lista para recitar las palabras rituales, pero él fue más rápido que yo.
Me acorraló contra la pared, con las manos apoyadas a ambos lados de mi cabeza.
Su lobo, tan ruin como él, volvió a jalar del vínculo de la marca, haciéndome reacci