—¿Qué me harás entender?
El hombre entrelazó sus propias manos y le envió una mirada fría.
—Tú no eres un descarriado. Estás confundido, porque te has dejado guiar por esa chica. Las chicas de su clase son así, retorcidas y disfrutan corrompiendo a los demás.
Ethan estuvo al borde de intervenir, pero cerró luego los labios cuando él empezó a hablar.
—¿Sabes algo? — Daniel volvió a sostener su maleta con brusquedad y le miró directamente a los ojos, sin inmutarse en lo más mínimo — Estoy cansado, ¿qué parte de que la amo no entiendes o quieres que lo siga repitiendo hasta que lo aceptes? No estoy confundido sobre ninguno de mis sentimientos y si alguna vez lo estuve, ahora estoy completamente seguro.
—Hijo, te estoy dando la oportunidad para que olvides esta locura y regreses a casa. Haré como si no hubiese visto nada y seguiremos como siempre lo hemos hecho, como una verdadera familia.
—Como una verdadera familia.
Las carcajadas rompieron en su garganta y sacudió la cabeza, mucho más