Escucho la voz de Marcus en un ensordecedor eco y miro a mi alrededor para poder descifrar de dónde proviene.-Escucha, él te espera. -Lo observo dudosa.-Pero tú...-Yo seguiré aquí cuando tú estés lista. Catherine, mi momento se ha ido, tuve una gran vida junto a ti y tu madre, ahora es momento de que vivas la tuya, aún no se ha acabado tu tiempo, lucha, lucha...Abro mis ojos de golpe, pareciera que estoy sufriendo un dejavu, las paredes blancas y el pitido junto a mí, ya lo había vivido antes, solo que ahora todo está en penumbras, es de noche.Esta vez trato de moverme, pero el dolor en mi estómago me detiene, Marcus tiene la cabeza apoyada en la camilla donde estoy acostada, está profundamente dormido. Verlo así, me hace recordar su aspecto de la vez que peleamos, ojeroso, desaliñado, con su barba crecida. No pude haber estado inconsciente por mucho tiempo, o ¿si?-Catherine... -susurra entre sueños y me causa ternura.-Aquí estoy amor. -Lo beso y él se remueve abriendo sus ojos
Su rostro es tan apacible, con sus labios formando un pequeño puchero mientras duerme plácidamente a mi lado. Las sábanas de la cama apenas cubriendo su curvilíneo cuerpo dejan al descubierto su torneado y esponjoso culo. Mi vista recae en la viscosa esencia que recorren sus muslos y el sentimiento de orgullo se instala en mi pecho. Es así como sueño tenerla siempre, realmente exhausta y satisfecha. Tengo que admitír que muchas veces quien terminaba exhausto soy yo, mi hermosa esposa comparte conmigo el extremo gusto por el cuerpo del otro.Sonrío cuando se remueve y suelta un gemido somnoliento al sentir mis caricias en su cintura, me encanta que su cuerpo reaccione a mí, aun cuando ella no sea totalmente consciente. La atraigo hacia mí, uniendo su espalda con mi pecho. Hundo mi nariz en su cabello, su olor me fascina, siempre lo hace. Me vuelve loco de todas las formas posibles y la amo de igual manera.-Marcus... -Catherine susurra tomando mi mano para que la abrace aún más.Sin se
Unas horas más tarde me encuentro en casa de Frank.-La carga está lista, el barco zarpará en unos 35 minutos hacia América -dice mirando su móvil.-Perfecto... -Miro sobre su hombro-. ¿Y Victor?. -Frank entorna los ojos.-Se ha ido a comprarle algo a Sasha por su aniversario de bodas, es pasado mañana y de ahí fue acompañarla al parque de diversiones, junto a Catherine y tus...El celular vibra en mis pantalones, distrayendo mi atención de Frank. Miro la pantalla, es Catherine.-Hola gatita... -contesto con una gransonrisa pero al escucharla, todo mi cuerpo se tensa y se borra mi sonrisa.-¡¿Qué dices?!... -dejo de escuchar su llanto en cuanto repite sus palabras. Mi corazón se estruja dentro de mi pecho, me siento mareado y débil. No podía pasarme esto de nuevo... ¡No podía!Frank me mira preocupado preguntando que ha pasando, pero no puedo hablar, mi voz no sale aun cuando solo quiero gritar. Pero al final solo un hilo de voz soy capaz de soltar.-Mis hijos......Mi cuerpo se si
-Diego se ha dormido -digo en cuanto veo a Sasha entrar por la puerta.-Ve a descansar, te ves agotada. -Niego.-Debo quedarme a su lado, podría pasar algo. -Sasha me toma del hombro y me mira cautelosa.-Él estará a salvo aquí. Cat... siento mucho como mi hermano te ha estado tratando. Él ha pasado antes por esto y no puedo imaginar cómo se debe sentir ahora que lo vuelve a vivir.-Lo sé Sasha, pero... ¿Él acaso se ha preguntado como me siento yo?, me lo advirtió, tú me lo advertiste. Solo quería tener un día normal con mis hijos, sin tener que cuidarme de lo que unos locos asesinos y enemigos de Marcus podrían hacernos. -Sollozo-. Y ahora... me han quitado a mi princesa. -Acaricio el pequeño suéter de Misu en mis manos-. Solo la quiero de regreso. -Sasha me abraza y rompo en llanto.,...-¿Todo está listo? -Escucho voces en la sala. Después de llorar por varias horas me he quedado profundamente dormida, pero el ruido en la casa me ha hecho despertar.-¿Qué está pasando? -pregunto
*Catherine -¿Qué quieres ganar con alejarme de Marcus? -Pregunto adolorida antes de que me dé otra bofetada. Muerdo mi labio, no quiero llorar ante su tortura, no le daré el gusto.-Niña estúpida. ¿En qué momento se me ocurrió contratarte? -dice de forma tajante-. El idiota de tu marido me destruyó por completo. ¿Sabías que después de nuestro último encuentro afuera del edificio donde vivías, él fue y me sedujo para que le diera los nombres de todos mis clientes y socios? -Abro los ojos, sorprendida y niego, eso no podía ser verdad. Jessica ríe ante mi sorpresa.-Así que no lo sabías... bueno como iba a decirte que se acostó conmigo cuando estaban juntos. ¡La pobre prepago de una vez! -Ríe de nuevo y yo trato de zafarme, pero el nudo en mis manos está muy apretado.Sentí como si una daga se clavara en mi corazón, cuando aquellas palabras salieron de su boca, ¿Marcus se había acostado con ella, estando conmigo?...no quería creerlo, Marcus jamás... él no podía.-¡Ay Catherine! Tan in
Suelto un suspiro cansada y retomo la marcha a la mesa 3. Llevo en mi mano la charola con un par de desayunos completos. Los entrego con amabilidad y regreso a la cocina en busca de otro pedido de comida, así paso toda la mañana, rodeada de gente, llevando comida de aquí para allá. Al final de mi turno no siento los pies, pero no puedo descansar, ya que voy corriendo hasta la clínica del Doctor Silver donde trabajo de intendente de dos de la tarde a ocho de la noche. Termino muerta.Antes de irme a mi tercer trabajo, me cambio en el baño de la clínica, me pongo ropa un poco más ajustada y peino mi cabello soltandolo sobre mis hombros. Uso un poco de maquillaje, donde voy lo necesito.—¡Nos vemos mañana Doctor Silver! —Me despido tomando el sobre de mi paga.—¡Nos vemos Cat! —Escucho antes de salir.Ocho y media de la noche, me encuentro en el centro nocturno MUNBAI, donde sirvo tragos. El ambiente se encuentra tranquilo por el horario, pero no tarda en llenarse de gente. Saco de mi m
Tomo un taxi, ya que a esa hora los autobuses ya no pasan, tampoco es que viva muy lejos, pero estoy demasiado cansada para caminar. Gastaré un poco de dinero en el pago del transporte, pero aun así no he completado para la renta y le ruego a todos los dioses para no toparme con la señora Saltzman. Cuando llego al edificio de cuatro pisos, me adentro sigilosamente por las escaleras, estoy a punto de llegar a la puerta del departamento cuando escucho la voz de mi arrendadora.Mierda, me quedo estática.—¿Catherine, ya tienes mi encargo? —Se escucha molesta.—Aún no señora Saltzman... Pero prometo tenerlo mañana. —Estoy dándole la espalda, no quiero voltear y encontrarme con su rostro furioso. Da mucho miedo cuando se encuentra en ese estado.—¡Mañana, Mañana! Eso me dijiste hace una semana... Si no tengo el pago mañana a primera hora te echaré a ti y a tu madre a la calle, no me importa que esté enferma, esto es un negocio no una casa de beneficencia. —Me sobre salto cuando azota la pu
Son pasadas las doce de la mañana cuando estoy en frente de su casa, ocupa casi todo la cuadra, es grande y bonita de dos pisos, color crema con acabados de madera y un portón de acero. Llamo varias veces hasta que la voz de Jessica suena por el parlante a mi lado.—¡Carajo! ¡¿A caso no sabes que hora es?! —Jessica dice molesta.Me siento indecisa, nerviosa por lo que pudiera pasar, que no tomo en cuenta el tono con el que me responde. ¿Y si regreso a casa y pienso en otra manera de solucionar mis problemas? Tiene que haber otra cosa que pueda ser. Joder. A quien engaño, no había más.—Soy yo... Catherine —digo al fin.¿Y si Jessica solo estaba jugando al proponerme ser prepago y ahora sale y se ríe en mi cara por la gran broma que me jugó? No soy tan bonita como dijo, ni tampoco tengo buen cuerpo. Jessica sale de su casa, cubierta solo por una bata de seda fina color rosa, y no se si me mira alegre o sorprendida.—Vaya, no pensé que vendrías tan rápido —dice engreída. ¿Estaba tan se