Erik se puso de pie, Marcus se lo permito, sentía que debía al menos darle el derecho a defenderse antes de acabar con su asquerosa vida.
-Maldito, hijo de puta... -Lo miró con rabia-. Era solo un niño, era mi hijo. -Volvió a golpearlo. Erick se tambaleó, no dijo nada, agachó la cabeza un poco y escupió la sangre acumulada en su boca, esto era demasiado para Marcus.
-Fue tan fácil...-musito sin levantar la cabeza aun. -Pobre de él, aunque debería decirte que no sufrió en lo absoluto. Solo lloraba mucho pidiendo por su papá. -Levantó la mirada y sonrió, casi como si no le importara el hecho de que eso podría contarle la vida.
-¡Ahhh! -Marcus soltó un grito de desesperación al imaginar como su pequeño hijo pudo estar suplicando que lo salvará, y no puedo, la misma impotencia y frustración que sintió en ese momento lo volvió a sentir, no pudo más y se lanzó de nuevo hacia el castaño, esta vez Erick no planeaba ponerse solo enfrente de él como saco de papas, el cual pudiera golpear.
Lar