-Sinvergüenza -replicó él de forma graciosa, entretanto la estrechaba más fuerte contra sus brazos.
-¡Vámonos! -dijo Christina al finalizar la canción.
-Pensé que ibas a querer quedarte más rato.
-Ya fue suficiente, sé que no te va mucho esto.
-No tienes que dejar de pasarla bien por mí, además, ya me acostumbre.
-Es que yo tampoco soy muy de esto, un ratito y ya. Aparte de que me duelen los pies.
Christina se despidió de Andrés, que le abrió los ojos estilo lechuza, mientras subía y bajaba las cejas como un loco. El alcohol estaba haciendo que perdiera sus pocas habilidades para disimular sus nada sutiles señas.
-Para ya, loco.
-¡Cógetelo!
-Andrés, cállate que te va a oír -dijo Christina, llevándoselo a un lado, lejos de Santiago.
-No me importa,¡cógetelo! Y luego me entregas un informe escrito de cinco mil palabras
contándomelo todo -insistió Andres muy serio.
-¡Estás demente! -Se rio, dándole un beso y un abrazo de despedida.
Tras despedirse de todos, Christina y Sant