Capitulo:Donde siempre nos encontramos
Stephen estaba allí, en la playa. Sentado sobre la arena húmeda, con la mirada fija en el horizonte gris y el sonido del oleaje golpeando suave pero constante. No esperaba verla. No podía. Sería demasiado pedirle al destino. Pero su corazón, tercamente, se aferraba a la esperanza.
Joselín, en cambio, caminó decidida, aunque sus piernas temblaban. No sabía si él la rechazaría, si la miraría como alguien que había desconfiado de él cuando más la necesitaba. Pero allí estaba, su brújula apuntando sin querer hacia él, justo en el lugar donde todo había comenzado.
Cuando Stephen la vio, se puso de pie lentamente, con incredulidad.
—Joselín... —su voz fue apenas un susurro que el mar arrastró.
Ella lo miró, sin moverse, como si no supiera por dónde empezar.
—Sabía que volverías aquí —agregó él, sin dar un solo paso—. Siempre volvías aquí.
El silencio fue tan largo que solo las olas se atrevieron a interrumpirlo. Pero cuando Joselín intentó hablar, fue