Capítulo : El cruce de caminos
Mateo había pasado la noche sin dormir.
Después de ver a Paula con ese chico en la plaza, su cabeza era un enjambre de pensamientos oscuros y sentimientos contrariados. El corazón le palpitaba como si hubiera corrido una maratón, y no podía dejar de preguntarse si ese flaco era alguien importante… alguien que había llegado a ocupar el lugar que él había dejado vacío.
A media mañana, seguía tirado en el sillón, todavía en pijama, mirando el celular. La pantalla mostraba una vieja publicación de Paula. Ella sonreía, y el brillo en sus ojos parecía tan real como lejano.
Justo en ese momento, la puerta se abrió con un golpe seco.
Sergio.
Con una bolsa de bizcochos y una expresión que decía "sé que algo pasó".
—¡Mateo! —dijo, entrando como si viviera allí—. ¿Por qué tenés esa cara de funeral?
—Hola, Sergio —murmuró sin ganas.
—No me mientas. Te conozco. Tenés la misma cara que pusiste cuando te enteraste que los Reyes Magos no existían. ¿Qué pasó?
M