Laura camina de un lado a otro nerviosa, ella ya sabe que Caleb es el otro mate que la diosa Luna le ha otorgado y su corazón está inclinado hacia él, pero el pasado doloroso que causó su madre biológica la mantiene en un estado de ansiedad y angustia.
Al oír las palabras que él le dijo a su hermana le ha dado un poco de confianza y piensa decirle toda la verdad aún si su amor sale perjudicado.
El cosquilleo que siente en todo su cuerpo es extraordinario y la sensación de deseo es imperiosa.
Sus ojos lo ven acercarse y siente el fuerte martillar en su pecho.
Aún puede sentir la vibración de su intimidad.
— ¡Oh, Caleb! — gime de solo verlo. La fuerza de la necesidad es muy extraordinaria.
Caleb al verla y sentir su aroma de excitación y que es el mismo que comparte gime también de goce.
Él sonríe lleno de júbilo.
—Mi luna— le dice extasiado de amor y placer. Al saberla perdida él sintió que su corazón se destrozaba.
Luego cuando la usurpadora se metió en sus tierras y sobre todo en s