- Bueno, te espero el fin de semana entonces, bombón. - Bromeé.
- Me pregunto si este “bomba” es lo que realmente piensas o es solo una broma que continúa.
- Hmm, ¿estás preocupado por eso, "bomba"? - Empecé a reír.
- Creo que si...
- Digamos que antes era una broma... Aunque siempre pensé que estabas buena... Pero antes, era con el perdón de la palabra.
-¿Ahora ya no es con el perdón de la palabra? - se rio.
- No realmente... Me siento casi como una de tus conquistas. - Me escuché decir, incluso sin querer.
- ¿Ha sido conquistada, Virgínia Hernandez? ¿Debería abandonarlo ahora, ya que solo me interesaba probar su fruto que aún no había probado? – se burló.
- No... Creo que todavía tenemos algunas cosas que hacer.
- No eres el único que piensa eso.
- ¿Francisco?
- Habla, Vi.
- Tengo miedo...
- ¿De que?
- Sabes que nunca, en toda mi vida, quiero perder tu amistad, ¿no? Porque eres lo más importante en mi vida. – confesé, aterrorizado por el rumbo que podrían estar tomando las cosas.
-