Corrí hasta que alcancé a mi papá, que estaba casi en la recepción.
- ¿Cómo vas a pagar la cuenta del hospital, papá? ¿No te resultará demasiado caro?
- No te preocupes por eso, Virginia.
- Pero... ¿No sería correcto compartir los gastos con mi madre?
- Desde que dejé a tu madre, increíblemente pude ver el color de mi dinero. Incluso lo estoy guardando para ti y la universidad de tu hermano. Porque realmente espero que no te rindas con esto.
- Quiero ver qué hacer, padre. Pero no ahora. Por ahora mi cabeza está tan llena.
- ¿De que? de Francisco? - El me miró.
- No... - Me sonrojé.
- No dejes pasar el tiempo. Mientras tú no haces nada y lo esperas, Francis estudia y organiza su futuro. No detengas tu vida por él.
- Papá...
- No dejes que tu madre te domine, Virginia. Eres demasiado lista para eso, hija mía.
Me miró serio.
- Quiero cerrar la cuenta a nombre de Liam Hernandez. – le dijo mi padre a la recepcionista.
Mi madre estaba con Otávio, todavía sentada en la recepción. Y ni siquie