Capítulo 37.
El momento de viajar a Rusia finalmente había llegado y Luciana había bajado las escaleras nerviosa, en la parte principal del recibidor de la villa Contreras se encontraban esperándola sus dos tormentos.
Luciana bajó decidida a mantener su papel.
“Aquí eres Miranda y por lo tanto sabes lo que vas a hacer” Pensaba en un intento por sentirse segura de la locura que estaba a punto de llevar a cabo.
— Miranda, cariño, espero que todo resulte bien, el consorcio te lo agradecerá — Mauricio estaba sonriendo ampliamente— De poder acompañarte lo haría pero… no puedo dejar unos asuntos que tengo aquí…
Se disculpó rápidamente.
— No te preocupes solo serán unos pocos días, regresaré antes que lo notes.
Luciana estaba concentrada en el rostro de Mauricio, ignorando a conciencia el calor que sentía sobre ella desde la dirección de Erick.
“No puedes sentir su mirada Luciana” Se reclamaba en silencio. “Sólo son ideas tuyas”
— Pues deberías estar aquí, — La voz imponente de Victoria llegó implacable