Tayron regresaba de la mano de Brandon cuando del hermoso Shelby de Brad descendió Sahara, con un sombrero despampanante y sus gafas de sol negras cubriendo su rostro.
—Tía Saa —Brandon soltó la mano del hombre y corrió a abrazar a la mujer, que amplio una sonrisa y se inclino besando al pequeño.
—Mi pequeño príncipe mira como has crecido — Sahara detallaba a Brandon con una sonrisa amorosa —. ¿Pero que haces aquí?
—Salí con el tío Tayron para comprar el desayuno de mamá —respondió Brandon con una sonrisa.
Tayron estaba paralizado, no era la primera vez que veía a esa mujer «¿Sahara Morozova? Ahora todo tiene sentido» bufó internamente.
Sahara se levantó pausadamente, con una sonrisa sarcástica de medio lado. —Brad, querido ve con Brandon a la habitación ya los alcanzamos.
Brad asintió y extendiendo su mano al niño que sentía la tensión. —¿Tía hablaras con el tío Tayron de mamá? —Brandon no pudo evitar preguntar.
—No pequeño, de negocios —le respondió la mujer ret