Capítulo XIV

No dejes que ningún vampiro hinque los dientes en ti murmura la niña. Sigue embelesada con su labor en hacerme una trenza—. Si sucede eso, yo desapareceré y no podremos unirnos como se debe.

Ruedo en el suelo, agitada y dolorida.

Las ramas se incrustan en la carne de mis brazos, no tengo oportunidad de exclamar de dolor, pues ese monstruo vuelve a intentar conectar su pie con mi costado herido. He hecho lo posible para que no agrave la herida que está en proceso de cerrarse.

Es muy rápido y ágil. Con suerte puedo ver sus movimientos.

—Venga, no te resistas más —masculla irritado—. No quiero llevarte peor de lo que estás.

Me levanto con dificultad. Las rodillas me escuecen al igual que las palmas de las manos. Con ese mismo ardor, alcanzo la espada. No quiero perderla y atacar con ella es una estupidez; sabe cómo esquivarl

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo