POV Catalina
De camino a buscar una mesa libre para poder estar el resto de la fiesta, nos encontramos a mi amigo Sebastian, me dio tanta alegría el verlo de nuevo, era uno de mis mejores amigos en el mundo.
No había prestado mucha atención a la persona que venía acompañándolo cuando lo saludé, pero al momento en que fijé mi mirada en él, todo me dio vueltas... Era un hombre sumamente atractivo, demasiado para ser real. Me quedé observándolo más tiempo del que me gustaría admitir.
En un momento Daniel me tomó muy fuerte de la cintura casi lastimándome de la forma posesiva en que solía hacerlo, me incomodé demasiado así que solo me alejé de él rápidamente.
-Discúlpame, ¿Dónde están mis modales?, Catalina , él es mi mejor amigo David , del que te hablé. David , ella es Catalina , una muy querida amiga-
Así que este es el famoso David , Sebastian me había platicado algunas cosas de su mejor amigo David , me contaba anécdotas de su infancia, y cosas de él en general, debo admitir que estoy bastante... impresionada.
-Mucho gusto Catalina , es un placer conocerte- Dijo con una bonita sonrisa estrechando mi mano.
-El gusto es mío David - Respondí de igual forma.
Seguía descaradamente viendo al hombre frente a mí tratando de entender su mirada que no alcanzaba a descifrar del todo. Sé que estaba mal mi comportamiento al tener la clase de pensamientos que estaba teniendo si yo tenía novio, pero no lo pude evitar. Algo en él me causaba tanta curiosidad, y me generaba una atracción muy fuerte, ¡¿Qué me estaba pasando?!
Daniel alejó mi mano bruscamente del agarre de David para tomar su mano y "presentarse", pero estaba segura que lo había hecho por su posesividad, que era algo que lo caracterizaba fuertemente. Hubo un momento incómodo entre los cuatro, así que sin mucha oportunidad de despedirme mi novio me llevó casi a rastras con él para alejarnos de David y de Sebastian haciéndome sentir algo triste.
-¿Por qué carajo hiciste eso?- Pregunté en voz baja algo alterada una vez que nos alejamos de la gente.
-¡¿Cómo que por qué?! ¡¿Eres acaso idiota?! Ese estúpido te comía con la mirada y tú se lo permitiste, ¿Querías que me quedara a ver como estabas de ofrecida?- Soltó más que molesto.
-¡Claro que no! De verdad te lo digo Daniel, deja de hablarme así- Espeté igual de enojada pero en voz tranquila, no quería hacer un escándalo en este lugar.
-Hablaremos de esto más tarde- Dijo de la misma forma pero conduciéndonos a una mesa solitaria del fondo.
Vaya, al menos no tendríamos que incomodar a otras personas con nuestras cosas. Esto ya iba sumamente mal, la situación se me estaba saliendo de las manos, ¿Cómo carajos soporté este infierno tanto tiempo?
Daniel y yo estábamos sentados en la mesa sin dirigirnos la mirada o una sola palabra, solo veíamos al cúmulo de personas frente a nosotros bailando y gozando del evento ajenos a toda la situación que él y yo vivíamos, yo anhelaba ese tipo de felicidad, donde parecías ajena del exterior y solo te enfocabas en tu mundo que era lo único que necesitabas para ser feliz...
POV David
Sebastian y yo nos fuimos al mismo lugar donde estábamos charlando minutos antes, solo que ahora me encontraba muy ajeno a lo que me decía, seguía pensando en la hermosa mujer que acababa de ver y que me dejó con la mente perdida. No prestaba atención en absoluto al exterior, solo pensaba en que quería saber más de ella y en que necesitaba conocerla o me volvería loco.
-¡David !- Gritó Sebastian a mi lado sacándome de mis pensamientos.
-¿Qué sucede?- Pregunté confundido.
-M****a hombre, llevo hablándote más de un minuto y no me respondes nada, ¿Estas bien?- Cuestiona confundido.
-Ah... Sí claro, todo perfecto, ¿Qué decías?- Pregunté tratando de disimular, aunque creo que no me salió muy bien.
Me vio unos segundos analizando mi cara, hasta que algo pareció hacer "clic" en su cabeza...Oh no.
-Carajo...- Soltó con los ojos muy abiertos –Fue por ella, ¿Cierto?, ¿Por Catalina ?- Pregunta algo emocionado con una sonrisa burlona, yo me puse algo nervioso sin razón alguna.
-¡¿Qué?! Claro que no, ¿Qué dices?- Dije rápidamente.
-Ay por favor Zepeda, no soy tan estúpido. Vamos admítelo, te dejó flechado el bombón de ojos bonitos, ¿Cierto?- Pregunta con una sonrisa sugerente y subiendo y bajando sus cejas... No pudo estar más en lo cierto.
-M****a...- Susurré bajando la mirada y pasando una mano por mi rostro -¿Cómo puede suceder eso? La vi 5 jodidos minutos y me movió todo hermano. ¡¿Qué pasa conmigo?!- Solté más que confundido.
-No te culpo amigo, Catalina es todo un espectáculo, es una chica preciosa por dentro y por fuera- Admitió viendo a la nada.
-¿Ella te gusta?- Pregunté con algo de miedo, si su respuesta era "Sí", estaba completamente jodido, no podría intentar algo con la mujer que mi mejor amigo quería, no sería tan ruin.
-No, no, no, nada de eso- Se apresuró a decir –No me malentiendas, ella no tiene absolutamente nada de malo, y podemos estar de acuerdo en que es hermosa, pero ella es mi mejor amiga, casi como mi hermana y me he acostumbrado a verla de esa forma. Además, yo sigo siendo un cabrón mujeriego, aun no me gustaría sentar cabeza, no soy como tú, y no soy para nada lo que ella merece... Suficiente tiene con el estúpido de Daniel- Soltó eso último con coraje.
¿Daniel? M****a, eso quería decir que...
-¿Daniel es su novio?- Pregunto algo molesto.
-Lamentablemente sí, es un idiota con mucha suerte, realmente no sé qué hace con Catalina - Respondió Sebastian de igual forma.
-Es evidente que no te agrada, pero, ¿Por qué?-
-No lo sé, su actitud me parece repulsiva, es malo con las personas a su alrededor, y no me gusta cómo trata a Catalina . Me parece detestable siquiera pensar que es mi familiar-
-¡¿Son familia?!-
-Es mi primo lejano, no muy relevante pero así es. Por él conocí a Catalina , la vi en una de las fiestas de la familia- Explicó serio.
-¿Cómo es que nunca los había visto a ninguno de los dos? He estado en muchos de tus eventos familiares-
-Daniel no solía venir a estos eventos, hasta que conoció a Catalina , desconozco el motivo. Eso sucedió cuando tú estabas en Nueva York- Terminó por contar.
-Entiendo...- Dije en voz baja asimilando lo que acababa de decirme –Realmente me hubiera gustado conocerla un poco- Admití con un poco de vergüenza.
-¿Y por qué no habrías de hacerlo?- Preguntó Sebastian.
-¿Cómo que por qué? Tiene una pareja, no soy tan cabrón como para interferir en eso- Aclaré tajante, aunque por dentro no anhelaba nada más que eso.
Sebastian pareció analizar un poco mis palabras y sonrió un poco, ¿Qué se trae entre manos?
-Acompáñame- Soltó mi amigo sin más comenzando a caminar buscando algo.
Lo seguí sin saber del todo que es lo que buscaba, caminamos un par de minutos hasta que se detuvo, ¿Qué estaba haciendo? Recorrí mi mirada por el lugar hasta que encontré la respuesta... Maldito Sebastian.
-¿Qué crees que haces?- Pregunté en un susurro aun caminando junto a él.
-Solo te doy un pequeño empujón, Zepeda- Sonrió de lado hasta llegar a su destino –Hola de nuevo, bonita, ¿Podemos sentarnos? El lugar está lleno de gente-
Así es, encontró a Catalina , y pretendía que nos sentáramos en la misma mesa donde estaban ella y su novio. No es que no quisiera estar con ella, pero estaba confundido, tanto por la situación sentimental de ella, como por lo que me estaba haciendo sentir a mí, ¿Qué se suponía que haría?
A ella pareció darle gusto vernos cuando levantó su mirada, caso contrario de lo que reflejó la mirada de Daniel cuando escuchó a Sebastian.
-Hay una mesa vacía del otro lado del jardín...- Soltó Daniel con el rostro serio, ahora comprendo lo que dice Sebastian.
-¡Daniel!- Lo reprendió Catalina -Claro que sí, Seb. No lo escuches, siéntense- Invitó con una sonrisa amable pero incomoda por lo que dijo su pareja que para nada pareció gustarle que lo contradijeran.
Nos sentamos frente a ellos del otro lado de la mesa, el ambiente entre todos era bastante tenso, más que nada por las constantes miradas de furia que nos dedicaba Daniel a los tres. Minutos después comenzó una animada charla entre Catalina y Sebastian, yo solo me dedicaba a mirar a la mujer frente a mí con una gran fascinación, su sonrisa cada vez que le contaba algo a mi amigo era indescriptible, era de lo más bonito que había visto.
-De hecho David tiene poco que llegó a la ciudad, ¿Cierto amigo?- Comencé a prestar atención a la conversación cuando escuché que mencionaban mi nombre.
-Ehh... Sí- Respondí sin mucha idea de lo que estaban hablando, sintiéndome algo tonto.
-¿Enserio? ¿En dónde vivías antes?- Preguntó Catalina interesada mirándome a los ojos.
-Estaba en Nueva York, llegué hace un par de días-
-Nueva York es una ciudad muy bonita, en invierno se ve precioso. Aunque nunca lo cambiaría por Boston- Comenta algo emocionada.
-Coincido contigo, jamás cambiaría Boston por nada. De hecho pretendo quedarme aquí a partir de ahora, me gustaría establecerme por fin aquí- Solté con una sonrisa con un poco de trasfondo en mis palabras, ella me sonrió y tomó unos segundos antes de contestar.
-Tomaste una buena decisión David - Añadió con voz dulce...
Stan y Catalina siguieron conversando poco, yo prestaba atención y Daniel parecía una estatua, sin emitir ningún sonido, solo mirando a todo mundo.
-¿No quieren ir a bailar?- Nos invitó Sebastian poniéndose de pie.
-Tal vez mas tarde- Respondí sin mucho entusiasmo, en realidad no me encantaba bailar, no me inspiraba mucho realmente, aunque eso pudiera cambiar en un futuro...
-¿Catalina ? Tú adoras bailar linda ¿Vienes?- La invitó con una sonrisa.
-A Daniel no le gusta mucho bailar- Respondió ella un poco incomoda.
-Él no me interesa- Contesto mi amigo sin importarle un carajo que estuviera ese hombre enfrente ganándose una mirada de furia por su parte, yo solo sonreí negando –Ven conmigo a bailar-
Catalina pareció tener un debate interno, y cuando parecía haberse decidido Daniel puso una mano firmemente sobre su pierna impidiéndole que se levantara.
-Ella no quiere bailar ahora Stan, ¿No comprendes?- Preguntó ese idiota tajante, mi amigo pareció enfurecerse por su actitud, yo también me molesté de igual forma, ¿Quién se creía ese imbécil para darle ordenes? Si la lastimaba enfrente de mí no creo poder resistirme de partirle la jodida cara.
-Estaré por allá si cambias de opinión preciosa- Soltó unos segundos después, ella asintió avergonzada y bajó la mirada –Cuídala, por favor- Susurró Stan en mi oído antes de irse.
Claro que la iba a cuidar, no me daba nada de confianza este hombre. Transcurrían los minutos sin mucha conversación por parte de ninguno de nosotros, solo me dedicaba a observar a Catalina discretamente, quien se veía algo incomoda por los comentarios de su pareja.
Solo dame una excusa maldito infeliz para partirte la cara...
De algo estaba seguro, este día no lo olvidaría jamás, y estaba decidido a conocer a Catalina si ella me lo permitía, nunca he estado más seguro de nada en mi vida más que de lo que estaba a punto de hacer a partir de este día...