El viento soplaba suavemente entre los árboles, acariciando mi rostro mientras observaba cómo los miembros de la manada se reunían a mi alrededor. Las estrellas brillaban con una intensidad casi irreal sobre nosotros, como si el universo mismo estuviera celebrando lo que habíamos logrado. La guerra había quedado atrás, las amenazas ya no existían, y en su lugar, solo quedaba una manada unida, más fuerte que nunca. Y en medio de todo eso, Kian y yo, de pie frente a nuestros compañeros, con un futuro brillante esperándonos.
Todo lo que habíamos superado… las peleas, los sacrificios, los momentos en los que casi nos habíamos perdido, me llevaron hasta este instante. La incertidumbre que había dominado tanto tiempo nuestra relación, finalmente había sido reemplazada por algo mucho m&