Mundo ficciónIniciar sesiónEl viento golpea mi rostro como un recordatorio cruel de lo que hemos perdido. La victoria, en teoría, nos pertenece. Hemos ganado la guerra, pero ¿a qué costo? El regreso a la manada es todo lo que no esperaba. Los guerreros, que antes se alzaban llenos de vida y esperanza, ahora caminan con una tristeza evidente, sus cuerpos marcados por las cicatrices de la batalla, pero lo que más duele, lo que más nos destruye a todos, son las cicatrices invisibles. Esas que no se pueden ver a simple vista, pero que arden más que cualquier herida física.
Y Kian... está cambiando. Se nota en su mirada, en los silencios largos que llena con nada. No sé si aún soy parte de su vida o si, simplemente, soy una sombra de lo que alguna vez fuimos.
El día comienza de nuevo. El sol s







